Tras meses leyendo y escuchando grandes cosas sobre el nuevo producto de la cadena HBO y en el que las expectativas están por las nubes, al fin he podido disfrutarlo en primera persona. “Westworld” ya está aquí, y lo hace para quedarse.
Muchos ven a “Westworld” como la nueva gallina de oro de la cadena, sobre todo teniendo en cuenta que a “Game of Thrones” le quedan dos temporadas más. Un periodo que al canal le sigue permitiendo posicionarse como rey midas de las series. Pero como muy bien saben, el tiempo pasa muy rápido y no quieren perder dicho puesto. Digamos que “Westworld” debería ser el relevo natural a su buque insignia actual. Una gran responsabilidad y un peso que, quieran o no sus creadores, la serie deberá llevar a sus espaldas desde el principio (y con ello, todas las críticas).
No obstante si algo no va a faltar es dinero para hacerlo posible. Se habla que el proyecto ronda los 100 millones de dólares, de los cuales 25 se han invertido en este primer capítulo. Una apuesta arriesgada sin duda cuyos creadores apuestan que dure unas 5 o 6 temporadas.
Pero, lo que realmente queremos saber todos, ¿Es para tanto “Westworld”? Sigue leyendo, pero…
¡ALERTA SPOILERS!
¿Es para tanto?
Personalmente me atrevo a decir que sí (aunque no es un sí rotundo), pese a que solo he podido disfrutar del capítulo inicial. Muchos son los motivos para esta afirmación, pero el principal es porque esto no ha hecho nada más que comenzar, y lo poco que he visto es muy interesante.
Para empezar a mí la serie me gusta porque es ciencia ficción en estado puro (género que me encanta), pero con mucho drama, algo que funciona universalmente entre el público.
¿Y de qué va “Westworld”?
También es cierto que la premisa no es nada novedosa al respecto: “una inteligencia artificial creada por los humanos tan poderosa y real que se acaba volviendo contra nosotros mismos”. La historia está basada en la película de Michael Crichton del año 1973 traducida en España como “Almas de metal”. De momento y por lo poco que he podido ver, al igual que en la película, en la serie existe un futuro y novedoso parque de atracciones en el que hay una zona dedicada al Oeste americano. De momento las otras dos zonas de la película, la Roma Imperial y la Europa Medieval, son una incógnita para mí, aunque lo previsible es que también aparecerán en próximos capítulos.
Todo el que lo desee (y se lo pueda permitir) puede disfrutar del parque y vivir en su propia piel las aventuras de las épocas recreadas fielmente, en este primer capítulo insisto que de momento solo vemos el western (sexo, lujuria, duelos, disparos…). Para hacerlo posible hay un equipo de robots diseñados que son los que hacen de figuración e interactúan con todos los visitantes. Una vez que acaba el día los robots vuelven a sus posiciones iniciales para volver a realizar el papel que se les ha programado. Es decir, viven una especie de día de la marmota, si no fuera porque la interacción con los visitantes hace que todo pueda cambiar, y por supuesto, sin ser ellos conscientes de lo que son.
Pero todo empieza a cambiar tras la nueva actualización de algunos de los robots. Éstos empiezan a tener fallos y a funcionar de forma independiente, de tal modo que parecen que son capaces de retener recuerdos y de tener una especie de subconsciente.
A la par que conocemos éste complejo mundo diseñado para los robots observamos el mundo real, el mundo donde los científicos y programadores llevan a cabo toda esta maquinaria. Un mundo en el que pronto observamos hay muchos intereses entre los diferentes personajes, e incluso se deja entrever ya dudas morales en algunos de sus creadores: “¿están jugando a ser dioses?”, “¿tendrán sentimientos los robots?”. Un entramado que sin duda va a dar mucho del que hablar.
Pero no quiero contaros más del capítulo, mejor que lo veáis por vosotros mismos y opinéis sobre ello.
De lo que sí me gustaría hablar es del apartado técnico.
El apartado técnico de la serie
Visualmente la serie tiene un acabado impresionante. Los paisajes, los decorados, el vestuario, el elenco de actores (Anthony Hopkins, Ed Harris, James Marsden…). Absolutamente todo está estudiado hasta el último detalle y técnicamente no tiene ninguna pega (aunque con el presupuesto del que disponen esto debería darse por sentado).
Además, el episodio entretiene, te hace introducirte en un mundo realmente complejo en el que poco a poco iremos resolviendo muchas incógnitas creadas y en el que las posibilidades narrativas se abren de forma casi infinita gracias a la incursión de visitantes diariamente.
No obstante, habrá que darle tiempo y episodios para ver evolucionar a la serie. De momento, lo que está claro es que si te dejas engatusar por el entramado y complejo de “Westworld” creado por Nolan (el hermano del famoso, y no por ello menos importante) se avistan grandes momentos seriéfilos.
Aquí os dejo el enlace a uno de sus tráilers:
*Artículo escrito por Alberto Sánchez Gómez.