Victoria es la historia sobre el amor, el miedo y la corrupción en la Barcelona de los años 50. Victoria es el personaje principal de la historia (interpretada por una excelente Emma Vilarasau) que después de quedarse viuda, debe sobrevivir en una ciudad donde la gente vive atemorizada por las represalias las autoridades cometen a los ciudadanos. Una ciudad que vive debajo el miedo de la dictadura.
A través de esta historia, Pau Miró sabe describir como era la sociedad en ése momento. La desconfianza entre los ciudadanos era el plato principal. Nadie podía confiar en nadie, porque hasta tus propios familiares podían traicionarte. Una historia que relata con crudeza el sufrimiento de cada uno de nuestros antepasados que vivieron en una dictadura salvaje y corrupta.
En la vida de Victoria aparece un caballero que vive cerca de Sarrià (interpretado por Pere Arquillué) que le pide un favor. De ese pequeño favor, surgen muchos más, hasta que Victoria termina en una historia relacionada con el ‘contrabando’ de tabaco y café. Algo que ella no hubiera hecho estando casada, pero que ahora le parece hasta emocionante. De ahí, todo se entrelaza, habiendo personajes diferentes que relatan personas de esa sociedad: el falangista traidor (Jordi Boixaderas), la tejedora que vive con miedo desde que su hombre desapareció sin saber destino (Mercè Arànega), el hijo de ésta que sueña con ser boxeador mientras espera la vuelta de su padre o el cuñado de la viuda Victoria, que vive de regar un huerto que nunca crecerá.
Victoria es una historia que no es sólo eso. Es la descripción de una sociedad a través de cada uno de los personajes. Cada uno de ellos, podrían ser nuestros abuelos. Ellos sufrieron parte de estos males en los años 50 en una Barcelona oscura, corrupta, y atemorizada. Nada que ver con la luminosa, brillante y acalorada Barcelona en la que vivimos ahora mismo.
Es una lucha continúa donde la Victoria es lo que todos quieren. Es la pequeña “victoria” de cada uno de los personajes lo que les hace libres. Eso es lo que busca la protagonista: la victoria de ser libre y de hacer ‘lo que quiere’, aunque eso le suponga un peligro irremediable.
