Como suelo decir cada año, menos mal que cuando termina Game of Thrones empieza True Blood, porque si no…no sabría qué hacer. Creada por Alan Ball y basada en la saga de Charlaine Harris, The Southern Vampire Mysteries, True blood fue mi primera serie favorita de la HBO.
Es una serie más de vampiros, pero no es como las demás. Lo que me atrajo de True Blood fue ese aura en el que te metía, con una Sookie Stackhouse (la genial Anna Paquin) asustadiza pero curiosa, y un Bill Compton (Stephen Moyer) que rompía la tranquilidad de Bon Temps, que no dejaba de ser un rincón cutre de Luisiana lleno de pueblerinos. Me sedujo la música country, la manera de contar la típica historia y los pocos tapujos. Pero es que es una de las series más vistas, y eso es por algo.
El pasado domingo se estrenó su sexta temporada con el capítulo Who are you really?, refiriéndose obviamente al último suceso que envolvía a uno de los personajes principales y que nos dejó con las patas colgando.
Antes de decir nada, aquí tenéis el trailer de la sexta temporada.
¡ALERTA SPOILER!
La quinta temporada terminó con muchas cosas; la más importante, con Bill convirtiéndose en Lilith (el Dios de La Biblia vampírica), haciendo que todos los demás personajes tuviesen que huir de él y de los demás vampiros (todos lo consiguieron menos la pobre Luna (Jannina Gavankar)…). También vimos a Tara (Rutina Wesley) y Pam (Kristin Bauer) dándose el lote (me encanta aunque he de decir tengo miedo de que pierdan su esencia de tías duras y frígidas), Alcide (Joe Manganiello) convirtiéndose en el líder de su manada, a Andy (Chris Bauer) enterándose de que es padre de cuatro pequeñas hadas…en fin, todo muy liado. He de decir que la última temporada me pareció bastante floja, o más bien aburrida, tratándose de True Blood y teniendo en cuenta como han sido las demás, pero esta nueva entrega apunta maneras.
Para empezar, creo que ha sido una gran idea remover el pasado de Sookie para sacar de allí el “villano”, o uno de los malos malísimos de esta temporada; Warlow, el vampiro que mató a sus padres y que parece ser que es el descendiente de Lilith en la tierra, es decir, lo que sería el Jesús de La Bíblia de los vampiros (vaya tela). No es que los malos de las otras temporadas no estuviesen bien, pero la serie necesitaba una fuerte sacudida para recuperar la fuerza que tenía. Otra cosa que ha mejorado es el personaje de Bill; desde que se convirtió en alguien poderoso en Luisiana hasta ahora ha ido perdiendo interés…hasta convertirse en algo incluso aburrido, y más cuando todos nos fijábamos en el lío entre Sookie y Eric (Alex Skarsgard). Ahora no es que sea poderoso, al contrario, pero el poder lo supera. Ya no es el Bill estirado de las últimas temporadas, creo que ahora su lado salvaje se ha despertado de nuevo. No obstante, está claro que el equipo Eric funciona mejor. Sólo si Bill recupera la esencia del principio, podría ser interesante un Bill y Sookie en esta nueva temporada. Jessica (Deborah Ann Woll) por otro lado siempre ha dado juego, así que ahora que está al lado de Bill se hará un dueto interesante. Lo que no me gusta es que ahora Sookie intente apartar a Eric de su vida, como pasó con Bill. No se tendría que repetir la historia…debería ser diferente.
Jason (Ryan Kwanten) parece que vuelve a interesarse por el odio a los vampiros como ideología política, religiosa, filosófica y vital, pero ahora con más fuerza, pues sabe que Warlow asesinó a sus padres y quiere venganza. Muy clave el momento en que Warlow lo recoge en coche y tienen una charla antes de que Jason sepa quién es. Por cierto, genial casting para Warlow; Rutger Hauer…¡Roy de Blade Runner! La misma mirada de poder y destrucción, pero en un rostro más envejecido. Genial.
Hasta aquí todo tiene relación, porque se trata siempre de elementos que en principio salen de El libro de Lilith (La Biblia vampírica), sólo que no siguen el libro, y por eso es impredecible.
Otras tramas que así de entrada no tienen nada que ver; Andy y los cuatrillizos que le ha dejado el hada que se quedó embarazada de él (me encanta esta nueva situación, creo que la comedia en True Blood es siempre buenísima, y con esto ya la tendremos asegurada); Sam y la hija de Luna, a quien tendrá que cuidar ahora; Alcide, que parece ser que se le ha subido a la cabeza eso de mandar a un grupo de hombres lobo.
Y para más inri, además de todo esto el mundo está revolucionado; las fábricas de Tru Blood fueron destruidas y ahora los vampiros sólo pueden alimentarse de humanos, por lo que el gobernador de Luisiana (Arliss Howard, nueva incorporación en la serie, desde La Chaqueta metálica) está jugando a dos bandas; apoya a la revolución en contra de los vampiros (que ha ganado muchísima fuerza) y a las fábricas de Tru Blood porque, como dice él, los vampiros siguen siendo ciudadanos, y los ciudadanos pagan impuestos. Y él quiere todo ese dinero, y la fama, y todo. Ya veremos cómo acabará.
Lo que me falta: dar más protagonismo a Lafayette (Nelsan Ellis), que es un personaje con mucho juego y creo que no se le utiliza mucho. Él también tiene un poder, pero parece que lo han dejado un poco abandonado.
Para terminar, os dejo un vídeo que habla de las nuevas incorporaciones en la serie, lo que parece que va a pasar y otras cosas. Según esto a Sookie esta temporada la liarán con un personaje nuevo; alerta de cagada máxima. Dejad de liarla con tanta gente, cuando lo interesante hace tiempo que está en la serie.