En vacaciones no todo son despedidas. Lloramos (bueno, aquí estoy exagerando) por que nuestros programas favoritos terminaban, pero la verdad es que también vuelven otros nuevos. El post de hoy habla de Skins, una serie que ha dado mil y un giros, y se ha renovado para esta última temporada.
Skins, de producción británica y creada por Jamie Brittain y Bryan Elsley, trata de esa época en la que crees que eres indestructible. Trata de los amigos y del difícil proceso que te convierte en adulto. Sexo, drogas, mal comportamiento y muchos problemas por el camino. Es una serie de adolescentes, pero no esta hecha (sólo) para los adolescentes. Es una buena serie la mires por donde la mires, y tiene muchísimos puntos fuertes. Cuenta con seis temporadas completas (ahora están emitiendo la séptima), y dentro de éstas hay tres generaciones distintas que cuentan con personajes diferentes; cada generación cuenta con dos temporadas, de modo que la lista de protagonistas es kilométrica. Las dos primeras generaciones son oro en paño, muy especiales e únicas (la gente suele preferir la segunda), la tercera…deja mucho que desear (aunque al final se arregla un poco). El formato de la serie también es diferente, ya que cada capítulo está centrado en un sólo personaje (normalmente), aunque no se aísla de la trama principal ni de los demás.
Hay muchos detalles que me hacen querer especialmente esta serie, pero me voy a limitar a nombrar mis favoritos, y vosotros tendréis que descubrir el resto. Para empezar, la banda sonora es brutal, y es muy diferente según el personaje en el que se centre el capítulo; define la personalidad del protagonista. Y para terminar, los finales de cada generación. Ese punto y final tan radical que suele caracterizar a esta serie, y que te deja más frío que el hielo.
La MTV intentó hacer una copia, pero fracasó estrepitosamente.
Y ahora hablemos de lo que nos acontece; la séptima temporada. Esta última entrega es totalmente diferente a las demás. Esta vez se han reciclado a personajes que aparecen en las dos primeras generaciones de Skins, y se les ha dedicado dos capítulos a cada uno. Y ahora, en vez de ser adolescentes, son semi adultos de veinte años que intentan hacerse un hueco en el mundo. Antes la acción se situaba en Bristol, ahora las cosas pasan en Londres. No es Skins en su esencia pura, pues ya no habla de aquellos años de instituto. Es una conclusión, un más allá. Es un ¿y ahora qué? Aquí trailer.
ALERTA SPOILER
Los primeros dos capítulos se titulan Fire, y en ellos vemos a nuestra favorita, Effy Stonem (Kaya Scodelario) trabajando en una oficina, intentando subir en el escalafón de su empresa. Ya no es la misma, pero de eso se trata. Aún tiene ansias por comerse el mundo y es capaz de ello. Toda esa energía negativa que la envolvía está apagada, aunque en el fondo sigue siendo la chica con esa sonrisa que te destruye por dentro. Como ella misma dijo una vez, sigue haciendo daño a aquellos que quiere, y busca el cariño en aquellos que en el fondo odia. Es complicada, como siempre, sólo que ahora no sólo se trata de drogas y mal comportamiento. Lo único que le queda es la autodestrucción. También hay que tener en cuenta cómo terminó en la cuarta temporada; en una clínica, psicólogos y psiquiatras y con Freddie (Luke Pasqualino) muerto. La muerte de una de sus personas favoritas es algo que suponemos que ha asumido el personaje, pero creo que alguna referencia al asunto no hubiese estado mal, al menos para dejarnos tranquilos. En estos dos capítulos también aparecen Naomi (Lily Loveless) y Emily (Kathryn Prescott). Siguen juntas. Naomi comparte piso con Effy y Emily se ha ido a vivir a Nueva York. La historia de Naomi para mi gusto es demasiado dramón para tratarse sólo de dos capítulos. Lo veo un poco forzado.
Los dos siguientes capítulos llevan el nombre de Pure, y nos muestran a una Cassie (Hannah Murray) totalmente diferente. No es para nada la misma niña despreocupada que era antes, aunque el cambio está totalmente justificado; después de abandonar Bristol por la muerte repentina de su amigo Chris (Joe Dempsie), que ya no viva en un mundo de arcoiris e unicornios tiene todo el sentido del mundo. Aún así, sigue mirando con esos ojos grandes y curiosos, como solía hacerlo antes. La trama de los capítulos no deja de ser interesante, incluso yo diría que más que en los de Fire, pero claro, Cassie es mi personaje favorito, así que…qué voy a decir! También he echado en falta alguna referencia al pasado, y a Sid (Hike Bailey), que se fue en su busca cuando ella se dio a la fuga. Hay un momento en que ella parece que habla de un chico de su pasado, pero no llega a decir el nombre. No sé, quizás es él. Cassie, por el contrario que Effy, está totalmente sola en el capítulo (quiero decir que no aparecen más personajes de su pasado).
Ahora nos queda ver cómo reaparece Cook (Jack O’Connell) en los capítulos Rise. Estoy ansiosa, Cook fue uno de los personajes que más juego dio en su momento, y que nos dejó con el final de temporada más apoteósico de toda la serie. Tengo emoción y miedo a la vez.
Dicho esto, mis impresiones son las siguientes. No me gusta el hecho de que todos hayan madurado de la misma manera y estén “rehabilitados” de sus malos hábitos. Las personas cambian, pero no en esencia. Sé que esa es la conclusión de cada uno de los capítulos; han madurado, aunque siguen siendo los mismos. No obstante, cuando los estaba mirando me ha parecido que habían hecho una versión aburrida y amargada de los personajes. No tienen que ser infelices por haber superado la barrera de los veinte años. En fin, aunque no me desagrada la nueva temporada, me esperaba algo más, la verdad. Espero que James Cook me sorprenda.