Las Tortugas Ninja fueron un éxito inesperado, un boom que aun teniendo su origen en el cómic underground consiguió llegar al cine y la televisión. La segunda mitad de los 80 y gran parte de los 90 fue la época de oro de los mutantes adolescentes, una época de nocilla y frigopie en la que ningún niño podía vivir sin su merchandising tortuguil. Los años han pasado y la popularidad de las tortugas ninja ha decaído en pos de otros productos más actuales. Aun así han continuado protagonizando series, la ultima de ellas con animación digital.
Ninja Turtles, la ultima película está más basada en la amable serie animada de los 80 y en las figuras de acción que en el cómic original (a pesar del pequeño homenaje de los créditos iniciales), cosa que no es algo negativo ya que la gran mayoría las conoce por esos medios más populares. No encontraremos violencia salvaje si no espectaculares secuencias de acción con saltos y cámara lenta, el eterno conflicto entre Raphael y Leonardo es tratado con ligereza o como una simple cuestión de mal humor, y April será reportera y no la ayudante de un científico (o al menos no del todo).
Y este punto es una de las cosas que me escaman de la película y es el síndrome “Amazing Spiderman” y es que al igual que en la película del trepa muros aquí nos encontramos con una obsesión con unir todas las historias, pasado y futuro, padres con hijos, complots y venganzas. No me molesta que cambien absolutamente todo el origen de las tortugas (de hecho me parece interesante que cada autor sea libre de cambiar la versión) pero comienza a oler un poco aquello de querer dejarlo todo atado y bien atado, como si los guionistas tuviesen alergia al azar y a las cosas que pasan un poco porque si.
El argumento no consigue en ningún momento asombrarnos con giros de guión o revelaciones inesperadas ya que todo es excesivamente evidente desde el minuto cero y quizá ese es otro de los problemas de la cinta, intentar ser lo que no es. El villano es un tanto plano y no pasa de ser una figura de acción pero en cambio su maléfico plan es disparatadamente enrevesado y a la vez tan simple… Da la impresión de que han querido mantener el interés de los padres con un contexto y un peligro actual (muy actual), pero quizá es una de las cosas que más molesta de la historia y que quita un poco de protagonismo al propio villano.
Las tortugas en sí siguen la línea de la serie original aunque han definido un poco más la personalidad de cada una y las tensiones que crecen entre ellas, de forma muy sencilla, eso si. Las han adaptado a los tiempos actuales y se parecen un poco más a Justin Bieber y One Direction que al Príncipe de Bel-air y Vanilla Ice. Atrás quedan aquellos cuerpos atléticos que ahora han pasado a ser hermanos pequeños de Hulk (tanto en fuerza como en voluminosidad) o imitadores de 50cents.
April ahora es un poco más boba y un poco más importante en la trama, y aunque Megan Fox no es capaz ni de anunciar calcetines por lo menos no se carga la película. El resto del reparto está ahí, cumple su objetivo más o menos (El compañero de trabajo de April menos, William Fichtner más).
En fin, una película que no puedo recomendar y que cada uno debe de acudir al cine y gastarse sus dineros bajo su propia responsabilidad. Entretenido y absurda a partes iguales.
6/10
Bien, ya nos hemos sacado de encima a esa gente rara que necesita leer críticas para saber qué película ver el fin de semana. Tu has llegado hasta aquí para saber si la peli mola… ¡Y vaya si mola!
Te encontrarás con una de las versiones más espectaculares de las tortugas, moviéndose y peleando como nunca, sin las restricciones de los trajes de goma o los arneses con cables. Aún son ninjas, si, pero ahora además son colosos capaces de lanzar por los aires un contenedor de mercancías, de esos para transporte marítimo, o soportar el peso de una antena en lo alto de un rascacielos. Son fuertes, resisten las balas, son ágiles, rápidas, pueden soportar cualquier tipo de daño-caida-herida y ademas intentan tomarse todo con el humor que las caracteriza.
Son la figura de acción perfecta.
El villano tampoco se queda atrás y es que Shredder tiene más de Megatron que de samurai. Armado hasta las cejas y con un blindaje que casi lo convierte en un tanque, compite en espectacularidad en la escalada armamentística con las tortugas. Puede parecer exagerado la primera vez que hace aparición, pero es algo lógico teniendo en cuenta lo poderosas que son las tortugas en esta nueva versión.
En definitiva, Ninja Turtles es una película MUY entretenida y que por desgracia se hace MUY corta. Quizá le dedican demasiado tiempo a la presentación de un universo que todos conocemos, tiempo que le roban a los cuatro de las cloacas. Quizá deberían de haber mirado un poco lo que consiguen películas como Pacific Rim o Guardianes de la Galaxia en tan solo cinco minutos.
A pesar de todo es una película imprescindible si creciste con la serie de animación y con las películas de trajes de goma (particularmente es uno de los primeros recuerdos que tengo de acudir a un cine). Una vez que se han deshecho del lastre de explicar un origen (que nunca tendrá sentido ni podrá tratarse de forma seria) espero con ansias las segunda parte, película que llegará si o si gracias a los 350 millones recaudados hasta la fecha.
8/10