En sabias palabras de Enjuto Mojamuto: “Los zombies de 28 semanas después no son zombies, son infectados”.
Recuerdo que fue con 28 días después cuando se dio una vuelta al género de nuestros colegas los muertos vivientes. Las plagas de andares lentos y gemebundos se volvieron rápidas, rabiosas, y con más sed de sangre que nunca. The Girl with All the Gifts sigue esta estela. Sí, es otra historia más de zombies, de infectados en todo caso, pero explicada por Colm McCarthy (Peaky Blinders, Sherlock), un veterano de la televisión británica que aporta una visión fresca y diferente.
La presentación de la historia
La película, adaptación de la novela homónima de M.R. Carey, abre con la historia de Melanie, una niña muy inteligente, criada en cautividad en una base militar subterránea, donde hay otros niños que, como ella, viven en condiciones infrahumanas. Están supervisados a todas horas por soldados cuya misión es mantener a los niños atados y vigilados mientras una científica experimenta con ellos. Parecen ser la cura para una enfermedad fúngica que ha infectado a gran parte de la humanidad, convirtiendo las personas en depredadores rabiosos.
Personajes bien definidos
Junto a Melanie (una debutante Sennia Nanua), hay tres personajes clave con los que podemos empatizar y comprender su punto de vista. Helen Justineau (Gemma Arterton) es la psicóloga y maestra de los niños. No se siente nada cómoda con su trabajo, pero hace todo lo posible para defender a sus alumnos ante los abusos del sargento Parks (Paddy Considine), un violento militar que vela por la seguridad de la base. El tercer personaje, y el más interesante para mí, es la doctora Caroline Caldwell (Glenn Close) cuya obstinación para encontrar una cura la lleva en los terrenos más oscuros de la moralidad. Si bien es fácil antagonizar al sargento Parks y la doctora Caldwell, a medida que avanza la historia vemos que sus motivos pueden considerarse altruistas, pues su único fin es salvar a la humanidad. Toda la película se sostiene en los dilemas morales tejidos en este triángulo entre la emoción (Justineau), el orden (Parks) y la razón (Caldwell).
Una atmósfera muy conseguida
No vamos a mentir, siempre nos sentimos atraídos por el mundo postapocalíptico. La película de Colm McCarthy dispone de sus mejores recursos para explorar una Londres derruida y fagocitada por la naturaleza, que nos recuerda a películas como las de los hermanos Pastor (Carriers, Los últimos días), Monsters (Gareth Edwards, 2010), y las antes mencionadas 28 días después (D. Boyle, 2002) y 28 semanas después (Juan Carlos Fresnadillo, 2007). Nos acompaña, además, una delicia de banda sonora, marca de Juan Cristobal Tapia de Veer, conocido por su trabajo en la serie británica Utopia.
Es la adaptación de The Last of Us que nunca se hizo
Si eres de los que se emocionó con el videojuego creado por Naughty Dog, The Girl with All the Gifts es tu película. No podemos evitar trazar ciertos paralelismos entre las historias de Ellie y Melanie, en que ambas niñas son la cura para un virus fúngico letal. Tanto a nivel visual como en argumento, la película tiene ecos muy presentes del videojuego, cosa que, a mi parecer, convierte la adaptación hace tiempo en stand by de Sam Raimi, en innecesaria.
Tráiler
* Artículo escrito por Albert Vilardaga