Un pedo mal tirado es lo que me ha parecido Tammy, la nueva película de Melissa McCarthy. En este artículo os diré el porqué.
Cuando vi el trailer de Tammy por primera vez no supe de qué trataba la película, pero vi el cartel con los nombres de los actores y me pareció buena idea verla. Con la gran Susan Sarandon de co-protagonista, la buenísima Kathy Bates e incluso estaban Allison Janney y Toni Collette. Puede que no la hayan sabido vender pero que esté bien, me dije. Cuando fui a comprar las entradas en la taquilla con un par de amigos, uno me dijo; he visto la puntuación de esta película en Rotten Tomatoes; es un tomate podrido. Bueno, a veces le ponen tomates podridos a películas que a mi me han gustado, le dije. Más tarde, en la entrada, el otro amigo preguntó al chico de las palomitas; Oye ¿Has visto Tammy? ¿Está bien? A lo que el chico contesto “It sucks. It really does” (Apesta. Apesta de verdad). No había ninguna otra sesión a esa hora, así que decidimos exponernos a lo que fuese, al fin y al cabo, yo estaba emocionada por el reparto. Y ahora puedo decir que hubiese podido regalar esos diez euros a alguien y ahorrarme las dos horas que duró Tammy.
Tammy trata sobre una mujer, Tammy (Melissa McCarthy) que, después de que la echen del trabajo y de pillar a su marido pegándosela con la vecina, decide irse sin rumbo con su abuela, una mujer mayor pero muy marchosa (Susan Sarandon).
A Susan Sarandon le ponen peluca gris y unos tobillos hinchados de pegote, y pretenden hacer ver que es la madre de Allison Janney. Luego lo que se presenta a los espectadores como una película para echar unas risas en el cine, termina siendo un montón de lamentos por parte de Tammy; todo le sale mal, la vida la ha tratado muy mal y ahora hay un chico que le ronda. El único humor que hay en la película es la escena del trailer y los momentos en que Tammy insulta a la gente y les enseña el dedo corazón, y tiene que hacer gracia, porque es gorda y es el cliché número del humor de la industria cinematográfica y televisiva americana.
La película fue escrita por Melissa McCarthy y su marido Ben Falcone, que es el director de ésta. Y de guión no tiene nada, lo mires por donde lo mires. Pretende ser una película de “aventura en la carretera” y creían que teniendo a la mitad de Thelma y Louise lo tendrían todo hecho, pero el film en sí resulta ser un cúmulo de situaciones y ya está. No se puede sumar el humor comercial de Hollywood con los problemas serios. O sabes hacerlo, o no lo intentes. O pide ayuda, Melissa McCarthy. Y cuando ya llevaba una hora de película, empecé a fijarme en el montaje porque todo me estaba cabreando. Y también es algo pobre.
¿Las actuaciones? Pues bien, con el elenco que se ha juntado…E incluso Melissa McCarthy no es mala actriz, y es bueno que no sea el prototipo de mujer de Hollywood (aunque este patrón ya lo han roto muchas y con fuerza), pero tienes que ofrecer más que eso si quieres hacer una buena película. Ha creído que ya se había hecho un público al que le hacían gracia sus películas, y que nada más importaba. Pero no se puede vender humo, y es lo que hace con Tammy.
Vamos, que me devuelvan el dinero. No os la recomiendo, o al menos no recomiendo que paguéis por ella.