Star Trek Into the Darkness es una película excelente, y ahí podría acabar la critica.
Quienes disfrutaron con la entrega anterior volverán a disfrutar, y quienes hayan sufrido con ella, pues que permanezcan alejados esta vez. Es lo más sincero que se puede decir de esta ultima entrega, aún así me gustaría dar un par de consejos:
Hay, como mínimo, un par de maneras de acercarse a la ultima película de la saga Star Trek. Se puede ir al cine sin saber absolutamente nada del universo trekkie o siendo un auténtico fan. Las dos opciones son igual de válidas (aunque no igual de recomendables).
Una película para trekkies y los que no conocen Star Trek
Si perteneces al primer grupo te encontrarás ante un block buster veraniego, con grandes secuencias de acción, toques de humor ligero y el buen hacer de J.J.Abrams. Si por lo contrario eres del segundo grupo pueden ocurrir varias cosas. Los cambios. Todo remake/secuela es una víctima potencial de la nostalgia, ya sea por un pasado idealizado o porque realmente el material original era muy superior al actual. En este caso es difícil de decir, ya que como fan de la saga original esta posee un carisma y un nosequé difícil de superar, pero también es cierto que las dos últimas entregas son de una calidad incuestionable. Habrá a quien le moleste esos momentos de humor, pero no hay que olvidar que este es un elemento ya presente en la serie original (y, al igual que el último film, las conversaciones entre el capitán Kirk y Spock o Bones siempre han mantenido ese punto que casi tendía a la auto-parodia).
Otro elemento que en Star Trek Into the Darkness se ve potenciado (o quizás exagerado) es sin duda los momentos de acción. No hay que olvidar que la esencia de Star Trek, y el objetivo de la Enterprise, se centra en la exploración, en el contacto con seres más allá del espacio conocido, y de las relaciones con civilizaciones que nada tienen que ver con la nuestra. Este factor es el que más se diluye en la dimensión alternativa que J.J. Abrams ha creado. Si que es verdad que hay cierto conflicto ético, pero siempre al servicio de una trama centrada en la acción, y no es que una buena dosis de explosiones me arruine la película, pero es cierto que al acabar se tiene una sensación de “what if” al imaginar una versión del guión sin un solo disparo. También se puede combatir esta “queja” alegando que si en la serie original no había más acción era por la falta de medios, pero los motivos son obviados cuando con el paso del tiempo se ha ligado a aquellas tres primeras temporadas a sus decorados de cartón, los malos maquillajes y los disfraces de carnaval.
No estamos ante un remake convencional
En fin, me es muy difícil no tener en mente el universo original al ver esta nueva versión, aunque creo que ahí reside la grandeza de la película, ya que no estamos ante un remake convencional, si no ante un universo paralelo, marcado por un acto violento que saca del eje el camino preestablecido y la desvía por una senda violenta y diferente. En la mismísima primera secuencia de la película de 2009, nos encontramos ante el detonante que crea este nuevo universo y que gracias a una maravillosa escena de la película de 2013 podemos entender lo que ello significa.
Se nos recuerda que el universo original está aún ahí, aún existe, pero en una dimensión paralela. Se nos recuerda como eran las cosas allí, las relaciones y los enemigos, pero que en este nuevo presente las cosas han cambiado. Y quizás es eso lo que hace especial a Star Trek Into the Darkness, el conocimiento de la línea de tiempo paralela, esa que parece acercarse o alejarse de la “actual” según se desarrollen los acontecimientos. Y es la utilización de lo que “ya sabemos” de la serie original lo que consigue ponernos los pelos de punta.
Un homenaje a la serie original
¿Cuál es tu nombre? Le pregunta el capitán Kirk al último villano. Es una pregunta sin ninguna connotación para el nuevo espectador, pero para los que ya sabemos a lo que venimos es un “dilo, dile su nombre, quiero escucharlo otra vez y en pantalla grande”, y cuando lo vuelves a escuchar después de décadas no puedes hacer otra cosa que aplaudir. Y es que esta vez tenemos un viejo enemigo que se come la pantalla. No quise prestarle mucha atención a los trailers, por lo que casi llegué al cine de nuevas, pero las sospechas, aunque acompañadas de detalles (“¿Cuantos misiles tenéis? Le pregunta el villano a Kirk, a lo que este responde con un contundente “72”) no impiden estremecerse ante la revelación del villano.
No quiero contar mucho (bueno en realidad no quiero contar nada) pero el que es quizás el mejor momento de la película es el que protagoniza Leonard Nimoy. En la película de 2009, ya fue sin duda lo mejor de toda la historia, pero esta vez se supera con un pequeño homenaje a la serie original. La conversación entre Spock viene a ser algo así: “¿Que si ese nombre me dice algo? Ya sabes que no puedo interferir, no puedo darte información… pero ese hombre fue el mayor enemigo a la que la Enterprise se ha enfrentado jamás (…) Algo tuvimos que perder para derrotarle” Y en ese momento la película estalla.
Viaja con la tripulación original
¿Qué quiero decir con todas estas divagaciones sin sentido? Pues que si tienes pensado ir al cine a ver esta última entrega, antes intenta viajar con la tripulación original (o al menos con las películas). Tienes hasta julio para disfrutar con las cuatro primeras entregas de la saga (mi favorita siempre será la IV, misión salvar la tierra) y sobretodo con la VI, Aquel país desconocido, la que supone la despedida de la tripulación original. (Y si te quedan fuerzas échale un ojo a la primera temporada).
Lo mejor de ‘Star Trek Into the Darkness’:
– La secuencia que abre el film, antes de los créditos, una pequeña secuencia de acción al más puro estilo James Bond, que casi es un corto en si mismo
– Las secuencia paralela que después de los créditos nos narra (sin diálogos) otra pequeña historia que ocurre en Londres
– El minuto (y la frase) final
– La música
– Los actores (en especial el villano)
– Todo lo demás
Lo peor:
– Que la acción lleve el peso de la trama
– Que estemos ante una película y no una serie