Nos encontramos ante una nueva entrega de la mítica saga galáctica STAR TREK que nos remonta a los orígenes de la serie de televisión creada por Gene Roddenberry; emitida por primera vez el 8 de septiembre de 1966 y cuya acción se sitúa en el siglo XXIII. En este nuevo episodio para la gran pantalla prosigue la presentación de los personajes principales de la tripulación de la nave estelar “ENTERPRISE NCC-1701”, con el capitán James T. Kirk y el primer oficial vulcano, el comandante Spock, entre otros, al frente de ella.
Es inevitable compararla con la serie original
Para alguien que sea conocedor de la serie original, es inevitable establecer comparaciones entre los personajes televisivos y los de esta nueva entrega cinematográfica. A grandes rasgos, cabe decir que el carácter de los personajes es muy parecido, a excepción del teniente-comandante Scott, “Scotty”, que nos presenta, al margen del pequeño ayudante que le acompaña, a un ingeniero jefe muy histriónico en contra de la mayor seriedad del original. Otro hecho distintivo es la relación sentimental del comandante Spock con la teniente Uhura, impensable en una época muy marcada por los cánones morales que imperaban en los años 60 en la sociedad norteamericana.
En este nuevo capítulo de gran formato, que ha sido, al igual que el anterior, dirigido magistralmente por J.J. Abrams, nos encontramos ante una nueva aventura épica con una historia consistente cuyo objetivo es continuar con la presentación y conjugación de los protagonistas iniciadas en la entrega anterior, definiendo su carácter y estilo, para situarlos en el punto de partida de lo que será la misión principal de la nave “Enterprise” y su tripulación en los años venideros: “descubrir nuevos mundos y nuevas civilizaciones, viajando, intrépidamente, allí donde un hombre no ha estado jamás”.
Nuevos personajes
Uno de los retos que se impone a los guionistas y directores cuando nos presentan una precuela de una historia consolidada es la creación de nuevos personajes que arropan a los protagonistas conocidos y la presentación de otros que aparecerán en futuros episodios de la saga y, en este punto, irrumpe con fuerza el personaje de “Khan”; magníficamente interpretado por el actor de cine y teatro Benedict Cumberbatch, recientemente conocido por su interpretación de una versión moderna del detective Sherlock Holmes para la pequeña pantalla.
En cuanto a los protagonistas, prosigue la evolución del carácter que se les imprimió en la película anterior “STAR TREK” para ajustar su personalidad a los rasgos básicos que tradicionalmente definen a cada personaje. Así, es muy de agradecer la recuperación de los diálogos irónico-sarcásticos que se suceden constantemente entre el capitán Kirk y el comandante Spock y, entre éste y el doctor McCoy “Bones”, ya que marcan, entre otros aspectos, la relación personal de amistad que se forja entre ellos.
Los efectos especiales
Otro capítulo imprescindible en este tipo de películas fantásticas de hoy en día es el de los efectos especiales. Cuando empezaron los primeros episodios de las modernas sagas galácticas cinematográficas se comentaban cuantos efectos especiales había, pasando de “100” a “200” y, después, a “400” y, así, iban aumentando a medida que se rodaban nuevos capítulos y evolucionaba la imagen digital. En este film, no cabe un número, pues toda la película es, en sí misma, un efecto especial de un nivel impresionante. Si el propósito de un efecto especial es conseguir que un escenario, elemento o acción parezca verdadero aunque no exista ni se produzca, en este caso, como ya viene siendo habitual en estas grandes producciones, se ha conseguido, visualmente hablando, hacerlo totalmente creíble.
La banda sonora
En cuanto a la música, se mantiene la banda sonora creada para el primer episodio de este nuevo lote de la saga. Una realización que está a la altura de la serie, pues aporta el tono de grandeza que la película requiere y permite arropar musicalmente los momentos fuertes, álgidos y dramáticos de la acción, así como los que requieren un tratamiento más suave y tranquilo. Gran detalle, son los guiños efectuados durante la presentación de los títulos de crédito al final de la película, con las dos bandas sonoras clásicas de las series televisivas: la inicial “STAR TREK” de 1966 y, la más moderna y, también exitosa, “STAR TREK, la nueva generación” que se proyectó de 1987 a 1994 y, que por la peculiaridad de los primeros acordes al inicio de cada capítulo, es la que consigue identificar mejor la serie a partir de la música.
En resumen, nos encontramos ante la entrega de una nueva película de aventuras galácticas, con un muy buen nivel de realización e interpretación, que está evolutivamente bien situada en el contexto del universo “STAR TREK” y que gustará, sin duda, a los amantes del género de ciencia ficción en general y a los “trekkies” en particular.
*Escrito por el gran Trekki, Joan Forés.