elizabeth holmes sed de sangre

La historia de Elizabeth Holmes y el fraude en Silicon Valley

¿Te suena Elizabeth Holmes? ¿La nueva Steve Jobs de la biomedicina? ¿El nuevo Arquímedes? En el catálogo de la HBO podrás conocer toda la historia de la creadora de Theranos, la mayor estafa de Silicon Valley

Te explicamos un poco de qué va la cosa. 

Elizabeth Holmes no sólo se convirtió en la mujer más joven en emprender en Silicon Valley, sino también en la primera en ganar mil millones de dólares.

Theranos, empresa que fundó en 2003, llegó a alcanzar los 9 mil millones de dólares de coste de mercado. Todo parecía ir bien, excepto por un pequeño detalle: la tecnología que vendía no funcionaba.   

Se suponía que Holmes sería la nueva Steve Jobs. Su idea era transgresora y definitivamente haría de este mundo un lugar mejor. Con su producto pretendía reemplazar los engorrosos, caros y traumáticos análisis de sangre tradicionales por unos en los que únicamente haría falta una gota de sangre.

Según la fundadora de la start up, esta máquina revolucionaria podría diagnosticar cualquier enfermedad antes incluso de que el paciente presentara síntomas, pudiendo curarse así con medicina preventiva. El Edison, una máquina portátil similar a una impresora de oficina, era capaz de analizar la gota de sangre y dar resultados con cerca de un 90% de precisión en tan solo 4 horas. Además, los técnicos no tenían por qué ser personal sanitario por lo que se podría llevar en helicópteros, centros médicos ambulantes y realizarse en cualquier lugar por más rudimentario que fuera.

Bien, pues todo esto resultó ser falso

Escucha el episodio del Podcast Las Culturetas

¿Ya estás flipando con este caso? Puedes escuchar el episodio de nuestro podcast ‘Las Culturetas’ en el que hablamos sobre el documental ‘La inventora: Sed de sangre en Silicon Valley’ de HBO, de cómo se fue muriendo el unicornio de Palo Alto y otras curiosidades del caso. 

Ahondando en el documental

The Inventor: Out for Blood in Silicon Valley es un documental producido por la HBO y estrenado en marzo de 2019. Fue dirigido por Alex Gibney y nominado a los Primetime Emmy Awards. Además de imágenes de archivo previas al escándalo en las que hay numerosas declaraciones de Elizabeth Holmes, el director utilizó el libro de 2018 ‘Mala Sangre, secretos y mentiras en una start up de Silicon Valley’ escrito por el periodista John Carreyrou.

Portada documental La inventora

El documental habla sobre la historia de Theranos, la compañía multimillonaria que resultó ser un fraude. También nos muestra la biografía de Elizabeth Holmes y el colapso de la compañía tras destaparse la mentira. 

¿Quién es Elizabeth Holmes?

Elizabeth Holmes nació en Washington D.C. en 1984, en una familia de clase media alta acomodada de Estados Unidos.

Su padre, Christian Rasmus Holmes IV, fue vicepresidente de Enron, una empresa de energía, y ocupó cargos ejecutivos en agencias gubernamentales como la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional, la Agencia de Protección Ambiental y la Agencia de Estados Unidos para el Desarrollo y el Comercio.

Su madre, Noel Anne (Daoust), trabajó como miembro del personal del comité del Congreso. 

Elizabeth Holmes de niña

Holmes asistió a la escuela St. John en Houston. Durante la escuela secundaria, se interesó por la programación de ordenadores y afirma que comenzó su primer negocio vendiendo compiladores de C ++ a universidades chinas.

Sus padres habían organizado clases particulares de chino en casa y, aún en la escuela secundaria, Holmes comenzó a asistir al programa de verano de mandarín de la Universidad de Stanford. A Elizabeth le gustaba leer, ya que consideraba que no tenía amigos (sus amigos eran los libros), y además de Moby Dick y la Ilíada, leyó la inspiradora biografía de su tatarabuelo Christian R. Holmes, cirujano y veterano condecorado de la Segunda Guerra Mundial, decano de la Facultad de Medicina de la Universidad de Cincinnati donde existe un hospital con su nombre como homenaje. La vida de su ancestro inspiró a Elizabeth a estudiar medicina y pronto se dio cuenta de que le tenía miedo a las agujas, una de las razones por las que creó Theranos. 

En 2002 Holmes asistió a Stanford, donde estudió ingeniería química y trabajó como estudiante investigadora y asistente de laboratorio en la Escuela de Ingeniería. Después del final de su primer año, Holmes trabajó en un laboratorio en el Instituto Genoma de Singapur y realizó pruebas de síndrome respiratorio agudo severo mediante la recolección de muestras de sangre con jeringas. Elizabeth tenía una mente inquieta y presentó su primera solicitud de patente sobre un parche de administración de medicamentos portátil en 2003. 

En marzo de 2004, con 20 años de edad, abandonó la Escuela de Ingeniería de Stanford y utilizó el dinero de su matrícula como financiación inicial para una empresa de tecnología de atención médica: Theranos.

Elizabeth Holmes en laboratorio theranos

Los clichés del típico CEO de Silicon Valley

Elizabeth seguía los patrones de un típico CEO de Palo Alto; trabajaba incansablemente en su idea, sus empleados declararon que estaba en la oficina hasta la medianoche y que siempre era la primera en llegar por la mañana. En algún momento, Holmes reconoció que tan solo dormía 4 horas al día y que en su piso solo había un colchón, botellas de agua y cajas de comida china. Para optimizar su día y canalizar su energía en su empresa, vestía siempre igual y de negro para no pensar en qué ponerse, al más puro estilo de su héroe Steve Jobs.

Con estas descripciones se sobreentiende que era tan egocéntrica que realmente creía que podría hacer todo lo que se propusiera aunque no fuera realista. Tenía un poder de convicción digno de cualquier líder de secta, con la diferencia de que ella misma se creía sus propias mentiras. 

¿Elizabeth Holmes falsea su voz?

La gente que tuvo la oportunidad (o la desgracia) de trabajar con ella afirma que la primera impresión que daba es la de no parpadear, y es que en el documental se le ve pocas veces pestañear mientras mira fijamente a su interlocutor o a cámara. Pero, aunque esto sospechoso, en internet hay otra gran incógnita ¿Falsea la voz?

La voz que escuchamos es grave y profunda, demasiado para muchos, lo que hace creer a la gente que es casi imposible. Esto ha inspirado teorías de la conspiración de que la promesa de Silicon Valley comenzó a hablar de esa manera a propósito para ser tomada en serio por una industria tecnológica dominada por hombres. De hecho, hay hilos de Reddit y videos de YouTube dedicados a desglosar sus entrevistas, centrándose en momentos en los que parece que se equivoca y habla con su voz real, supuestamente, más aguda.

La polémica llegó hasta tal punto que los miembros de la familia de Holmes han tenido que declarar públicamente que su voz realmente es así de grave y que es una característica de muchas mujeres de su familia. Añaden que la conspiración es equivoca, ya que en los casos en los que la voz de Elizabeth suena más aguda es simplemente porque está emocionada con lo que está diciendo. 

Por otra parte, el podcast de ABC News “The Dropout” metió más leña al fuego cuando algunos ex empleados de Theranos declararon que Holmes a veces se salía de su personaje y hablaba con su verdadera voz. Añadieron también que esto ocurría con más frecuencia cuando ella consumía alcohol.

Real o no su, Elizabeth seguía uno de los lemas más conocidos de Silicon Valley: “Fake it ’til you make it’ o en español, “finge hasta que lo logres” , un lema polémico pero válido cuando quieres desarrollar un teléfono o una aplicación pero no cuando se habla de medicina o con las vidas de las personas. Más teniendo en cuenta que el campo de pruebas para Holmes eran personas sin seguro médico, de recursos económicos limitados que querían controlar su salud a precios asequibles en un país como Estados Unidos, donde la sanidad pública no existe.

La historia de Theranos

Theranos es la start up de biotecnología que creó y fundó Elizbeth cuando decidió dejar de ir a la universidad, y para seguir con los tópicos, en 2014 se mudó a la zona de Silicon Valley donde estuvieron Steve Jobs, Mark Zukemberg y Elon Musk entre otros. Ella además fue más ambiciosa (o chula, si lo prefieres) y ubicó a Theranos en elStanford Research Park, conocido por los locales por ser el lugar donde se ubica la comunidad de gente que quiere inventar el futuro.

Todo el mudo está ilusionado con la propuesta que hace, y es que no es para menos ya que su producto era revolucionario. Usar una simple gota de sangre capilar para detectar de forma temprana numerosas enfermedades es algo que nadie se quería perder.

De esta manera, Theranos llegó a tener a 800 trabajadores y estar valorada en 10 billones de dólares. Los empleados estaban emocionados por poder participar de este proyecto y los inversores, que en su mayoría eran señores mayores que bien la conocían desde niña o bien que confiaban en ella ciegamente, le soltaron millones de dólares sin dudarlo. 

Theranos

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La única que la caló desde el principio fue Phyllis Gardner, profesora de medicina en Stanford quien le decía constantemente a Elizabeth que lo que proponía era imposible, pero aun así le presentó al Decano de la Facultad, Channing Robertson, ya que Gardner era consciente de que Holmes tenía mano derecha con los hombre mayores. 

Tim Draper, multimillonario e inversionista de riesgo que destinó 500.000 dólares a los inicios de Theranos, es un amigo y vecino de la familia Holmes. Sus hijos crecieron juntos con Elizabeth y en las últimas declaraciones públicas que Draper en 2018 asegura que ella es una visionaria adelantada a su época. De esta manera, al ser Draper considerado como una eminencia en el arte de invertir, los demás grandes inversionistas cayeron en efecto dominó para formar parte de la revolución. 

En Theranos todo era un misterio. Los empleados no sabían gran parte del trabajo que estaban desempeñando, los inversores únicamente veían prototipos y versiones mejoradas del mismo y Elizabeth Holmes se empieza a poner paranoica, piensa que todo el mundo le quiere robar su idea.

Acuerdos con Walgreens 

Walgreens, es una gran cadena de supermercados/farmacia con los que llegan a un acuerdo para hacer los test en cada una de las farmacias a muy bajo coste, algo muy interesante para los consumidores de la cadena. Todavía están haciendo pruebas de laboratorio pero, pesar de ello, Walgreens hace una inversión de 400 millones de dólares sin ni siquiera ver el Edison terminado.

Fachada Walgreens

La mayor parte de ese dinero va a las campañas de marketing de Theranos dirigido especialmente a gente de bajos recursos económicos, que no tienen seguro médico y a quienes les dan pánico las agujas. 

Como era obvio, las farmacias no dan a vasto con los exámenes de sangre que ahora son a la carta. Por lo tanto, empiezan a hacer análisis mediante jeringas, externalizan los estudios a laboratorios grandes y no superan la inspección de algunos entes gubernamentales de Estados Unidos.

El gran fraude

El Edison, la máquina revolucionaria que con solo una gota de sangre puede dar un cuadro hemático completo y proporcionar un diagnóstico temprano antes incluso de sufrir síntomas, es un timo. Las dos gotas no son suficientes para todas las pruebas, así que te pinchan con aguja como dijeron que no harían. Para rematar, diluyen algunas muestras con agua para poder hacer todos los análisis que prometen disminuyendo la veracidad de los resultados. 

Prototipo Edison

Por otro lado, las máquinas se encallan, se rompen las muestras dentro del aparato poniendo en peligro a los técnicos de laboratorio y alterando considerablemente los resultados de los test, alrededor de 40% de margen de error

La situación en la empresa empieza a hacerse insoportable. Elizabeth continúa engañando a los inversores y amañando los resultados. Por su parte, los empleados empiezan a darse cuenta que Theranos es un lugar tóxico para trabajar, y cada vez que se quejaban por algo con lo que no estaban de acuerdo, que no cumplía el método científico o directamente incumplía las Leyes de la Física, Holmes lo invitaba a irse con la frase: “Quizás tú no eres una persona para Silicon Valley”. Simplemente buscaban personal que les dijera que sí.  

La decadencia de Theranos

El caso más extremo, sin lugar a dudas, fue el de Ian Gibbons. Bioquímico de 67 años doctorado en Cambridge, era literalmente el único que tenía experiencia en inmunoensayos. En 2013 se quitó la vida porque no soportaba la presión de Elizabeth, el acoso laboral y el temor de quedarse sin trabajo a su edad. Además, Holmes había añadido su propia firma en numerosas patentes de Ian que podrían llegar a costarle su profesión. Todo esto llegó a este punto, simplemente porque Gibbons le dijo a Elizabeth que el Edison no funcionaba.

Ian Gibbons Bandera EEUU

El delirio persecutorio de la CEO y fundadora de Theranos iba en aumento. Incrementó la seguridad de la empresa, empezó a vigilar a los empleados, llegándolos a espiar con ‘keystroke’ o lo que es lo mismo, monitorear las pulsaciones de los teclados del personal. Evidentemente, con este ambiente los empleados empiezan a renunciar. El barco se hunde.

El escarnio público

Pese a tener múltiples contratos de confidencialidad, los exempleados de Theranos hablan con John Carreyrou, periodista del Wall Street Journal, quien empieza una investigación de la start up.

Una de ellas es Erika Cheung, técnica de laboratorio que habló con los periodistas y empezó a ser seguida por el séquito de abogados de Holmes.

Tyler Shultz, entusiasta empleado desde los inicios de la empresa y nieto de George Shultz, miembro de la Junta de Supervisores de Theranos, fue el informante clave en el caso Holmes. Shultz, desencantado y agotado de las mentiras, habló con Carreyrou tras despedirse de la empresa. La familia del joven estuvo a punto de arruinarse en gastos legales y fianzas, ya que David Boies, abogado y socio de Theranos, lo asediaba continuamente con litigios. Tyler tuvo que llegar a comprar un teléfono desechable para comunicarse con Carreyrou debido a las prácticas seudomafiosas que utilizaba el gabinete legal de Elizabeth.

 Erika Cheung y Tyler Shultz

Elizabeth no dio ninguna entrevista a John. En 2015, el Wall Street Journal publica el extenso reportaje sobre Theranos, demostrando con múltiples fuentes que la empresa es un fraude. Holmes se lo toma como una lucha personal y empieza a dar entrevistas a diversos medios acusando al periodista de usar declaraciones inventadas a la vez que defiende su producto.

Las quejas de los consumidores iban cada vez más en aumento, así que el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos le retiró los permisos a la compañía. Theranos estaba acabada.

No obstante, Holmes sigue dando entrevistas y en una de ellas afirmó que ella no sabía que el Edison no funcionaba hasta que se lo dijeron las autoridades federales. En 2018 Theranos fue disuelta definitivamente y los directivos de la start up fueron a juicio donde se declararon “no culpables”. Elizabeth fue condenada a pagar 4,6 millones por compensación civil y está incapacitada para no presidir ninguna otra compañía en los próximos 10 años.

Elizabeth Holmes en 2020

La defensa de Holmes apeló la condena del juzgado federal, pero los juicios no se han podido llevar a cabo por la pandemia del covid-19. El litigio se celebrará en marzo de 2021 y de salir culpable, la mujer de la supuesta voz grave podría pasar 20 años en prisión. 

Elizabeth Holmes como CEO de Theranos

En diciembre de 2019 sus abogados presentaron evidencia de expertos de que Elizabeth padecía de enfermedades mentales. Ella se enfoca en que tiene consecuencias psicológicas por violencia, trauma, y victimización. El juez encargado del caso ha pedido a dos médicos gubernamentales que estudien y graben a Elizabeth para contrastar el diagnóstico.  

La ex multimillonaria y CEO de una empresa de 9 mil millones reducida a cero se casó con un magnate heredero del Evans Hotel Group y a pesar de tener sus redes sociales privadas, hay filtraciones de alguna foto donde está muy feliz con su nuevo marido. 

Elizabeth Holmes en 2020 con su perro lobo y marido

 

¿Qué os ha parecido el documental? ¿Conociais el caso? ¿Creéis que Elizabeth pensaba que en algún momento el Edison funcionaría? ¡Déjanos un comentario!

Mostrar Comentarios (2)
  1. ¡Gracias por tu comentario! La verdad es que este caso es tan increíble que parece ficción. Te invito a escuchar nuestro podcast donde damos nuestro punto de vista con un toque de humor. Saludos

  2. Ya conocía el caso HOLMES (sin Sherlock), pero les doy mi reconocimiento por la forma clara y progresiva como desarrollan la historia, en la que no se necesita algún tipo de conocimiento científico para entender este insólito caso. El fondo del asunto, es la facilidad con la que se puede estafar al Mundo (llámense, las “mentes inversionistas mas astutas”), sin tener HECHOS sino PALABRAS ENIGMÁTICAS y luego,… tan sólo basta DESPERTAR LA CODICIA, hacerlos sentir “los más Inteligentes” y crearles el temor de “quedar por fuera” del negocio de la Historia. Eso lo inventaron los Faraones Egipcios y se llaman PIRÁMIDES, como en todos los casos,…hechas de ARENA. En cambio, cuantos científicos, con HECHOS que han transformado la Humanidad, murieron en POBREZA ABSOLUTA. Felicitaciones por su buena crónica. Desde Bogotá- Colombia – Don Alegría – Álvaro Becerra Alegría

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