Aún estoy en shock por el final de Boardwalk Empire…Y lo único que puedo decir es que Terence Winter ha logrado poner un punto y final muy digno para toda la serie. En Silence ya hablamos del inicio de esta recta final (si quieres leer el artículo pincha AQUÍ), y ahora que hemos alcanzado el final definitivo de nuestros gángsters favoritos, es necesario comentar la jugada. O, al menos, los momentazos que en Silence nos han dejado sin aliento de estos últimos momentos de la historia.
¡ALERTA SPOILER FINAL DE SERIE!
¡DEJA DE LEER SI NO LA HAS VISTO!
¡EN SERIO!
La temporada empezó con agua y terminó con agua…pero se trataba de eso ¿no? De Atlantic City, esa piedra preciosa por la que todo el mundo ha luchado durante todo este tiempo. La quinta temporada se ha caracterizado por los flashbacks que nos dejaban conocer cada vez más el interior y los orígenes de ese viejo gángster que tan misterioso e impasible nos ha parecido siempre; Nucky Thompson (Steve Buscemi). ¿Cómo creíais que iba a ser el pequeño Enoch? Yo pensaba que sería un Darmody un poco menos estúpido y pasional…pero ha resultado ser todo lo contrario. Me ha parecido magnifica la infancia de Nucky tal y como fue; cómo ese niño poco a poco va dándose cuenta del valor del dinero, y del valor de otras cosas que quiere y que le faltan en casa. Nadie le dijo dónde se metía, él intentó hacer lo correcto siempre…pero las cosas se torcieron porque fue un avaro, tal y como explica a las prostitutas que le roban en aquél bar perdido de la mano de Dios.
¿Qué ha hecho falta para que se de cuenta de eso? Yo creo que la muerte de su última compañera, Sally (Patricia Arquette), ha sido la gota que ha colmado el vaso para llegar a su trágico final. Hubiese sido asesinado igualmente, porque todo lo malo que hizo empezó a hacerlo mucho antes, pero murió sabiendo quién era, quién no era, y qué le había quedado con todas las malas decisiones que tomó en el pasado.
¿Cómo ha terminado, pues? Enoch fue asesinado por su pasado, metafórica y literalmente. Tommy Darmody (Travis Tope) ha salido de entre los fantasmas de Nucky y le ha castigado por la primera mala decisión que tomó; entregar a su abuela, Gillian Darmody (Gretchen Mol), al hombre más malo que conocía entonces. Terence Winter cree que este final es perfecto, pues cierra el círculo entre la pareja más trágica de esta historia; Enoch y Gillian que, por cierto, no teníamos presente hasta el último episodio. Nucky creyó, en esos últimos momentos de su vida, que Tommy era la viva imagen de él mismo, de joven, intentando ganarse la atención y la confianza de los hombres poderosos. Intentó salvarlo de todo aquello porque le recordaba demasiado a él…y resultó que ese pequeño recuerdo de infancia se le volvió en su contra. Muy poético todo.
¿Que os ha parecido el Nucky joven? Me refiero a cuando era Sheriff. A mi me pareció más bien una caricatura…no porque lo que haga o lo que pasa no tenga sentido, sino porque…a pesar de que el actor Marc Pickering está muy bien caracterizado, no tiene el “nosequé” que el pequeño y el viejo Enoch tienen. Llámale fondo oscuro, llámale poca inocencia, pero el joven Enoch no da continuidad al personaje pues, a mi parecer, un pagafantas. Y Steve Buscemi ha sido un pagafantas en casi todos sus papeles cinematográficos…pero aquí no. Aquí es un hombre malo, que al fin y al cabo es una persona que ha elegido mal. Pero tiene algo malo dentro, y eso se tendría que haber visto en el Nucky de 1897.
Me ha parecido excelente que Nucky rompa con todo lo que ha sido. Era necesario, para limpiar su alma. Rompe la relación con su hermano Eli (Shea Whigham), que ya estaba un poco rota, para qué vamos a mentir. Da todo su imperio a Luciano (Vincent Piazza) por salvar a su sobrino (Ben Rosenfield). También está dejando paso al futuro, como bien dice Terence Winter en este vídeo.
Luciano y todos los suyos representan el cambio, el progreso (¿o no?) y la nueva era del crimen organizado. Luciano será grande, pero eso ya no lo veremos; nos lo cuentan los libros de historia. Como él dice en algún momento, era un bebé cuando se sentó por primera vez en la mesa junto a Nucky. También me ha gustado el personaje de Bugsy (Michael Zegen), aunque he llegado a querer matarlo con mis propias manos.
Sea como sea, lo nuevo ha llegado, y por eso han tenido que dejar a todos esos muertos a sus espaldas…uno de ellos mi favorito, Chalky (Michael Kenneth Williams). Aunque no ha sido Luciano quien le ha dado muerte, tiene sentido que haya desaparecido, como todos los demás. Su trama ha sido cruel esta temporada; cruel con él porque ya no era la persona que había sido… y no le quedaba nada. Bueno sí, el amor de Daughter Maitland (Margot Binham) que, para lo que le ha servido…mala pécora, nunca me gustó.
Y tengo que decirlo, el inicio del penúltimo episodio me recordó a la grandiosa tercera temporada que tan de punta me pone el pelo cada vez que la recuerdo. Guerra entre gángsters, peligro en las calles. Alianzas y puñaladas por la espalda.
Y me he dejado a otro de mis favoritos para el final; Capone (Stephen Graham). Al, para los amigos. Siempre hemos sabido que Al era un chiste de gángster, y por eso era tan peligroso y fascinante a la vez. Empezó siendo un Darmody y míralo ahora…igual, pero con muchísimo poder. Irascible e inseguro, Capone es un monstruo tierno. Como ya sabíamos ha terminado en la cárcel llevándose a una larga lista de muertes a sus espaldas, siendo una de ellas la de Van Alden (Michael Shannon). Y, al menos yo, no me la esperaba. El Van Alden cabreado salió una o un par de veces (recordemos el incidente de la plancha), pero no lo volvimos a ver hasta el momento de su muerte. Vaya, todo ha sido redondo.
El viejo Nucky consiguió la moneda que tanto deseó todos esos años, pero nosotros hemos conseguido mucho más. Para mí y muchos otros, Boardwalk Empire ha sido la mejor serie de gángsters habida y por haber. Y se quedará con nosotros para siempre jamás. Lagrimita.