No se llevará ningún premio por su originalidad pero puede conquistar a un público joven y sediento de historias de instituto extraordinarias. La película capitaneada por el director Dean Israelite y producida por Michael Bay retoma el sueño extendido entre los amantes de la ciencia ficción; viajar en el tiempo.
Project Almanac es un thriller de ciencia ficción que narra la historia de un grupo de empollones de instituto, monstruos de la ingeniería, que intuyen que se puede viajar en el tiempo porque descubren un video que así lo prueba. La obsesión por conseguir ese paseo hacia el pasado los incita a bajar al sótano del difunto padre del protagonista (donde tienen prohibida la entrada) y descubren un prototipo para construir una máquina del tiempo.
Es una película de metraje encontrado (found footage), todo se ve a través de la videocámara casera de la hermana del protagonista. Este recurso ya se ha utilizado en otras películas como, por ejemplo, ‘La Bruja de Blair’ o ‘Rec’ con la diferencia que los protagonistas que en éstas llevan la cámara parece que lo de grabar lo llevan mejor. En esta película los primeros minutos son un suplicio, el espectador tiene que hacer un tremendo esfuerzo por no sacar la papilla.
Project Almanac es una historia que ya ha sido contada. En 1985 abrió la veda el director de cine Robert Zemeckis con la película ‘Regreso al futuro’ (da la casualidad que Marty McFly, el protagonista de la historia, este 21 de octubre llegará desde el pasado). Puede ser un error meter las dos películas en el mismo saco porque Marty McFly debe viajar al pasado para salvar a su familia y su propia existencia y, en cambio, los cinco amigos viajan para ir al Festival de Coachella o ganar la lotería; la codicia marca sus pasos. Otra diferencia es que la nueva máquina del tiempo se ha rendido al minimalismo del siglo XXI, nada que ver con el coche que utilizaban Marty y Doc, todo el glamur ha quedado reducido en una hostia contra el suelo que los protagonistas soportan con mucha dignidad.
Tiene un guión propio de serie juvenil, sin diálogos profundos ni cuestiones que requieran un poco de inteligencia emocional. De este modo, descubrimos personajes ligeros y alocados que juegan a ser dioses sin ningún resquicio de temor ni remordimiento. Todo les va de maravilla hasta que el protagonista decide volver al pasado para ganarse a la chica guay. Ya se sabe que cuando se trata de amor… Pero el muy listo la fastidia y el efecto mariposa expande sus alas.
Los efectos especiales no están nada mal; las vibraciones, las levitaciones, los campos magnéticos y el choque de dimensiones consiguen el clima trepidante que la película necesita. Project Almanac es una película superficial pero que engancha. Puedes pasar un rato distraído sin sentir que estás perdiendo el tiempo pero si no opinas lo mismo siempre puedes hacer un viajecillo al pasado.
Artículo escrito por Aitana Colina.