El 11 de mayo de 2014 el mundo conoció a Vanessa Ives, la protagonista de la serie Penny Dreadful. La serie estaba ambientada en el Londres victoriano de finales del siglo XIX, una premisa que llamó inmediatamente mi atención. La historia no parecía tener nada original: vampiros, hombres lobo y variadas criaturas de la noche se enfrentaban en una guerra casi secreta. Pero, de alguna manera, acabé enamorándome de Penny Dreadful y sus variopintos personajes. Es por eso que lo último que me imaginaba era que su tercera temporada fuera a ser la última. Y así es, hace una semana que tuve que decir adiós a esta maravillosa serie. Y ahora, ¿qué? Sentía la necesidad de hablar sobre el final que, para mi gusto, no ha hecho justicia al resto de capítulos.
¡CONTIENE SPOILERS!
El final de Vanessa Ives
Vanessa Ives era una mujer atormentada. Toda la serie se centra en su historia, en su relación con Dios y en lo cerca que se encuentra de las fuerzas oscuras. Ha sido un viaje lleno de altibajos. Al principio, Vanessa acudía a su fe para enfrentarse a todos sus problemas. Pero, con la llegada de Lucifer (se refieren a este ser con otros muchos nombres, pero este es el más conocido de todos) esta creencia se vuelve en su contra. Su fuerte sentimiento hacia el cristianismo empieza a tambalearse.
En este arduo viaje la acompañan Ethan Chandler y el señor Malcolm. Pero, como ya sabemos, en esta tercera temporada los dos hombres parten a Estados Unidos, dejando a Vanessa completamente sola. Es una mujer inteligente y fuerte, pero todo el sufrimiento que ha tenido que vivir la ha dejado en un estado muy vulnerable. Ahora, sin amigos y sin tener nadie a quien acudir, Lucifer está más cerca que nunca de conseguir su objetivo: que Vanessa sucumba a las fuerzas del mal. Es entonces cuando el propio Drácula se convierte en el doctor Sweets, un apuesto hombre que consigue seducir a la señora Ives. Cuando Vanessa descubre su verdadera identidad se rinde ante él, y deja que el propio Drácula la convierta en vampiro. Entonces, Londres es conquistada por las criaturas de la noche. Ratas, ranas, arañas, vampiros…y una espesa niebla que resulta mortal para los humanos.
¿Qué ha pasado aquí? Vanessa se ha dado cuenta de que la única forma de acabar con el sufrimiento que ella y sus amigos están viviendo es su propia muerte. Se convierte en una criatura del mal para que Ethan no tenga más remedio que acabar con su vida. Y eso es exactamente lo que ocurre. Ethan llega demasiado tarde de Estados Unidos, para encontrarse con una ciudad infestada. Descubre a Vanessa en una pequeña habitación llena de velas, cuando todavía le queda algo de humanidad, y ésta le pide que acabe con ella. Ethan, consciente de que esa es la única forma de acabar con Drácula, cumple su deseo.
En mi más modesta opinión, este es el perfecto final para Vanessa Ives. Pero, ¿qué ocurre con el resto de personajes?
¿Y el resto de ‘Penny Dreadful’?
Lamentablemente, el resto de personajes no han tenido tanta suerte. Una de las características más llamativas de Penny Dreadful es que ha añadido a personajes como el doctor Frankestein, la criatura de Frankestein (llamada John Clare), Dorian Grey, Jack ‘el destripador’ y hasta el doctor Jekyll. Pero, ¿qué ocurre con un reparto tan diverso cuando una serie se acaba de forma repentina? Que todos los finales son abiertos, y esto me resulta un problema.
Los personajes son interesantísimos, y están muy bien retratados. Pero, ¿para qué utilizar estos personajes tan particulares, si no vas a desarrollar sus historias? El doctor Jekyll solo sale en la tercera temporada, y lo hace como supuesto compañero de universidad de Frankestein. Es cierto que vemos como crea una vacuna que te hace cambiar de personalidad, pero nunca llegamos a ver su propia transformación en Mr. Hyde. El caso de Dorian Grey es parecido. Su famoso retrato solo aparece UNA VEZ en los 37 capítulos (creo) que ha tenido la serie. No se hace ninguna mención a su capacidad curativa ni su aparente inmortalidad. Entonces, ¿para qué? Para eso pon a un chico guapo cualquiera, que va a ser lo mismo y no va a crear tantas expectativas.
Algo parecido ocurre con los personajes más cercanos a Vanessa Ives: el señor Malcolm y Ethan Chandler. Tienen una historia y una personalidad mucho más desarrolladas, pero no se les ha dado un final digno. ¿Qué ocurre con Ethan? ¿Vuelve a Estados Unidos? ¿Vuelve con su tribu? ¿Y el señor Malcolm? ¿Hará sus famosos viajes por África? Los dos co-protagonistas de Penny Dreadful parecen no tener vida más allá de Vanessa. Qué pena.
Algunos han llegado a describir a Penny Dreadful como “la mejor serie de terror de los últimos años”, y estoy de acuerdo. No es un terror convencional, es un terror personal. El tipo de terror que te acecha después de haber apagado el ordenador. No te das cuenta, pero está ahí. Por esto y por mucho más, nunca dejaré de recomendar esta maravillosa serie que me ha regalado tan grandes momentos. Farewell, Ms. Ives.