Conrad Roset es uno de los nombres de la ilustración de Barcelona. Su colorido imaginario nos traslada a un mundo trazado con las formas de la mujer y los aires de las musas. Su libro, “MIRABILIA” es un paseo por este mundo de musas que hace las delicias de cualquier espectador.
Nacido en Terrassa hace 29 años, reside en Barcelona envuelto de pinturas, molesquines, lápices y un sinfín de colores y libretas a las que dar vida y volumen. Él mismo afirma que el dibujo siempre ha sido su pasión, y una gran constante en su vida, desde que jugaba con su hermano a dibujar todo aquello que le gustaba hasta que años más tarde se inspiró en las mujeres para crear a las “Muses”, su colección más personal. Se formó en la Escuela Joso y en la Facultad de Bellas Artes de Barcelona. Gracias a la difusión de sus ilustraciones vía internet empezó a trabajar para la gran Zara. Allí, explica él mismo, aprendió el oficio.
Después de un año trabajando para la multinacional decidió lanzarse cómo freelance y desde entonces trabaja para diferentes marcas, agencias de publicidad y editoriales. Ha expuesto en galerías y museos cómo el MOCA de Virginia, el SopkeArt en San Francisco, en el London Milles de Londres, y un largo etcétera. Compagina su labor cómo freelance impartiendo clases de ilustración en BAU. Su influencia artística se basa en el expresionismo y en artistas como Schiele o Klimt, así como otros artistas modernistas.
De Mirabilia de Conrad Roset y Milenia Nonó, dicen que los autores que “es el libro de la noche, de la ternura, de la luz maravillosa, de la vida minúscula, de la flor que nace del encuentro del deseo y un labio mordido. Mirabilia se escribe con la tinta del crisantemo y la caligrafía de la soledad. Mirabilia es el recuerdo de la música de Satie. Mirabilia no es nadie. Mirabilia eres tú”. En mi opinión Mirabilia es un regalo en forma de personajes mágicos llenos de música, de danza, de naturaleza y dotados de una intensidad que traspasa los márgenes de la impecable impresión de las cubiertas del libro, que además es una maravillosa lámina que puedes colgar dónde quieras. En Mirabilia hay sobre todo musas, mujeres que podrías llegar a conocer, con sus medidas y sus efectos y afectos. Personajes que te acompañan en un viaje por un mundo imaginario pintado de colores vivos y dotados de emociones que te toca más allá de las yemas de tus dedos recorriendo sus páginas.
Vale mucho la pena adentrarse en el mundo de Conrad Roset y dejarse llevar por su imaginario. Para mí, Mirabilia es un lugar mágico en la estantería de mi despacho al que querer volver.