El pasado sábado 12 de octubre tuvo la oportunidad de ir al Festival de Sitges 2013. Cada año he ido, ya que con mis amigos es una “tradición”. Este año fue diferente: no tuvimos “discusiones” sobre qué película ver, porque lo teníamos muy claro, “Los Inocentes“. Es un proyecto cinematográfico creado por los alumnos del ESCAC (Escola Superior de Cinema i Arts de Catalunya). Se trata de un largometraje de terror de temática Slasher. Hasta ahí todo parece normal, verdad? Lo mejor del proyecto es que la película ha sido dirigida por 12 directores, teniendo cada uno su propio equipo técnico y artístico. 12 directores que han salido hace poco de la escuela, y que gracias a esta película, han demostrado que su futuro se presenta muy interesante. Y no sólo ellos, si no también sus equipos técnicos: directores de fotografía, los encargados del vestuario, de los efectos especiales… Todos y cada uno han demostrado que el cine es su “calle” y que ahí, no hay nadie que los gane.
El argumento de la película es el siguiente: Un grupo de 9 jóvenes sale de viaje para ir a esquiar, pero al perderse por la carretera, deciden pasar la noche en un albergue abandonado, “12 Colinas”. Lo que no saben ese grupo de jóvenes es que hay rumores del lugar que dicen que, cada 28 de diciembre, una maldición posee el edificio. Ignorando esta advertencia, los protagonistas empezarán a ser víctimas de bromas macabras.
Y ya no os cuento más, que los spoilers no molan. Pero lo que si os concedo es el placer de ver el tráiler:
Me alegra que el Festival de Sitges dé la oportunidad a talentos emergentes, presentar sus proyectos, y que les pueda dar proyección internacional. A día de hoy, las oportunidades hay que aprovecharlas, y estos 12 jóvenes juntos con sus equipos técnicos y artísticos, han tenido una y la han exprimido al máximo. Una película con ritmo argumental desde el inicio, efectos especiales bastante bien encontrados, y con actores al que les auguro un precioso futuro. Porque no sólo una película debe ser bien dirigida o tener una fotografía perfecta, si no también unos actores que capten la atención y den credibilidad a la historia que se está contando. Y en ese aspecto, todos los actores que participaron en la película, nos adentraron en la historia, y como no, nos hicieron pasar miedo y terror. Así que os animo no sólo a ver esta película, si no a ir al Festival de Sitges.
Es un Festival que merece la pena por todas las películas de terror que se ofrecen, y por el buen ambiente que se respira. Hay proximidad entre el espectador y el director, los actores y los artistas de la película. Algo que normalmente suele verse como distante, pero en este Festival, se rompen las barreras. Puedes ver a un Terry Gilliam como a 12 jóvenes directores del ESCAC. Así que no tenéis excusa, que Sitges es precioso (y con microclima) y hay que aprovechar esos días antes de que llegue el frío!