Ya falta muy poco para la celebración de los Oscar y como es habitual por estas fechas no dejan de aparecer películas que suelen ser las nominadas a la codiciada estatuilla de oro. Ya tenemos la lista oficial de candidatos, entre los que encontramos la historia real sobre “Los archivos del pentágono”, la última creación del gran Steven Spielberg. Con solo el nombre del director, la película se merece una atención especial y una sensación casi obligatoria de ir al cine. Una sensación similar es la que han padecido los miembros de la Academia al nominar esta película como la mejor del año pero ¿realmente merece estar entre las mejores?
¿De qué va la peli?
En plena Guerra de Vietnam y bajo la administración de Nixon en EE.UU, el gobierno americano solicita la creación de un informe detallado del conflicto armado. Para tal cometido piden la colaboración del analista militar Daniel Ellsberg, quien, tras descubrir todos los secretos y mentiras de los últimos años sobre los americanos en Vietnam, decide filtrar al Times y al Washington Post los documentos secretos que destapaban años y años de la administración de los últimos presidentes americanos como Johnson y su predecesor John F. Kennedy. Fueron a una guerra que sabían que no podían ganar y para ello implicaron a miles de jóvenes americanes.
Lo sorprendente es que Ellsberg no deja de ser un mero secundario en esta historia, ya que Spielberg se centra en la figura de Katharine Graham (Meryl Streep), propietaria y editora del The Washington Post entre 1967 y 1991. El reto que tiene que afrontar no tiene precedentes, ya que es una de las pocas mujeres que ocupa un cargo con tanta responsabilidad y precisamente Nixon ha comenzado su particular batalla con los medios de comunicación coartando la libertad de prensa.
Parece interesante pero…
El único dilema que se presenta en esta película es si publicamos o no. Todo se resume a este punto. La mayoría de las críticas que se han escrito sobre esta película se centran en resaltar el momento histórico que cambió el rumbo en la sociedad americana. Es cierto que es un gran momento y es preciosos de ver una y otra vez en la gran pantalla pero con todos los respetos no ha sido el mejor resultado.
Para empezar, viendo otros referentes de este tipo ambientados en la investigación periodística como “Todos los hombres del presidente”, “El desafío – Frost contra Nixon” o “Spotlight”, galardonada con el Oscar a la mejor película de 2015; podemos afirmar alto y claro que Spielberg se ha quedado muy corto.
La inexistente investigación periodística queda patente en todo el filme. Lo único que vemos son un par de llamadas de forma muy confidencial pero “Los archivos del pentágono” está a años luz de alcanzar la calidad de las películas mencionadas anteriormente.
¿Quién lo va a disfrutar más?
Por aquel entonces no era habitual ver a una mujer en un cargo directivo y en consecuencia todos los hombres con más experiencia y conocimientos avasallan a nuestra protagonista menospreciando su presencia en todas las reuniones y tomas de decisiones. Es por eso que creo que Meryl Streep se lo ha pasado en grande interpretando este papel. Ya conocemos el espíritu combativo de esta popular actriz de Hollywood por la igualdad de las mujeres dentro de esta industria y la verdad es que en este caso se le ve especialmente natural, sintiendo cada una de las palabras que están escritas en el guion. Por supuesto “Los archivos del pentágono” ha sido la excusa de este año para volver a nominarla como mejor actriz (las tradiciones hay que conservarlas).
Tanto ella como Tom Hanks, otro de los veteranos de Hollywood, hacen un papel impecable que puede salvar este filme. Es una lástima no haberlos aprovechado al máximo con una película más entretenida y con más giros argumentales. Sinceramente dudo mucho que se lleve algún Oscar.
La ironía de esta historia
No he podido evitar ver como muchos de los medios de comunicación actuales han tratado las críticas de esta película de “fabulosa” o con un mensaje que no debemos olvidar, etc. Tiene gracia que muchos de estos medios publiquen este tipo de artículos cuando todos y cada uno de ellos están vinculados políticamente con algún partido gubernamental. El mensaje de esta película es claro: la libertad de prensa, libertad a publicar e informar aunque sea negativo para el gobierno.
Es una lástima que tanto la política como los lobbys estén tan metidos en los medios de comunicación coartando un flujo de información a la ciudadanía limpio y sin filtros. Dependiendo de que canal de tv sintonices o qué periódico leas hoy en día vivirás en un planeta u otro muy diferente. Parece que la batalla la perdimos finalmente.