En el Teatre Lliure de Gràcia de Barcelona podemos ver de nuevo la obra de teatro “La ola“. Para aquellos que os suene el título, eso se debe a la película alemana con el mismo nombre que se hizo en 2008 (que ahora en breves haré hincapié). Esta obra de teatro en concreto está escrita por Ignacio García May, y ha sido dirigida por Marc Montserrat Drukker. No sólo los menciono porque es importante saberlo, si no porque el texto de esta obra de teatro ha sido creado por ellos. Es decir, aunque existiera un guión previo para una película, Ignacio y Marc recrearon ellos mismos la historia.
El argumento se basa en hechos reales, aunque cada uno decida contarlo de una forma diferente. La realidad se centra en la figura creadora de todo: Ron Jones. Era un profesor de historia de instituto de Palo Alto (California) que, en 1967, decidió poner en práctica un experimento a partir de la opinión que le dio uno de sus alumnos. Lo llamó “Tercera Ola” y el objetivo era comprender lo fácil que es caer en un régimen totalitario como el nazismo. El ejercicio lo puso en práctica sin que sus alumnos se dieran cuenta: es decir, a través de unas normas, unos argumentos, y con ejercicios naturales del día a día, los fue convirtiendo poco a poco en discípulos y fieles seguidores de una dictadura impartida por él mismo. Algo tan anécdotico, acabó por irse de las manos… Pero ese ejercicio ha quedado perpetuado en la historia de este planeta en el que vivimos, y la curiosidad de unos pocos, hizo que se diera a conocer a todo el mundo. Primero fue en el formato libro de la mano del autor Morton Rhue (1981), hasta que en el 2008 fue en el cine, del director y guionista alemán Dennis Gansel. En este caso, la película tuvo bastante repercusión, ya que la historia en si, personalmente considero que es fascinante. Todo hay que decirlo que una película que se basa en hechos reales siempre atrae al público, pero en este caso, aún más, porque puede ser algo que sucedería en cualquier sociedad. Lo impactante (a mi parecer) es que es un alemán quien decidió hacerla, y no un norteamericano. Básicamente por el hecho que se base en el nazismo, un tema complicado en el país germánico.
En tercer lugar, la historia se convirtió en obra de teatro, aquí en Cataluña. Como os comentaba fue de la mano de Ignacio y Marc, cuyo entusiasmo se volcó en buscar toda la información y detalles que rodeaban al protagonista y a sus alumnos. La obra de teatro refleja la historia, y mejor dicho, te la trae muy de cerca. Te sientes en el instituto, momentos antes de ir a clase, cuando corres porque vas tarde o porque chocas con el típico “chulito” deportista que se cree un héroe. Y llegas a clase, y ves a ese profesor que tanto admiras ya que con él, sí que aprendes. Y así va surgiendo todo, y como espectador lo vas viviendo.
Eduard Farelo interpreta el papel de Ron Jones, cuyo rostro se parece, pero es que Farelo… ¡Qué vozarrón que tiene, por dios! Es inimaginable no imaginarte algún personaje “yanki” doblado por él, o los numerosos anuncios donde su voz es esencial. Tener esa voz hace que la obra cobre más fuerza. ¿Por qué? Pues porqué si está realizando un experimento donde la clave es la persuasión, necesitamos una voz que hipnotice a toda una sala y que tenga la capacidad de asumir cualquier tono de voz (de tranquilo a enfadado). Además, Farelo cuenta con un inumerable equipo de actores, todos jóvenes (los actores). Y sin ellos, la historia no tendría la misma potencia. Se nota que no han sido cogidos al azar, y que todos han estudiado en algún instituto del teatro o academia parecida. Que tienen talento, c***! Así que gracias a todos, la obra tiene una fuerza increíble (a parte de la puesta en escena, que también brilla). Es por eso que se estrenó en la temporada anterior y este año han vuelto a repetirla, debido al éxito que tuvo.
Si queréis reflexionar y ver como en el fondo todos somos seres humanos hechos de la misma carne, y que si no deslumbramos por tener una forma de ser fuerte y con creencias firmas, todos somos manipulables por alguien en el que confiamos y creemos. Así lo demostró Ron, y así se puede ver en el Teatre Lliure de Gràcia hasta el 20 de abril. ¡Corred y comprad entradas que merece mucho la pena!
A continuación os dejo dos enlaces:
1. El tráiler de la obra de teatro para que os hagáis una idea de que lo que digo, no es mentira 😉
2. Entrevista con el Ron Jones original, y uno de los alumnos que vivió el experimento en sus propias carnes. Para ver la entrevista clicad aquí