Una auténtica locura, así podríamos definir “La calavera de Connemara”, el nuevo espectáculo de la sala Villarroel de Barcelona. Cuando crees que ya no pueden sorprenderte más, ocurre algo inesperado, absurdo o revelador que hace de esta obra de teatro muy difícil de clasificar.
7 años después
El argumento es sin duda original. Connemara es una comarca rural, llena del verde característico del oeste de Irlanda. En ella vive una pequeña comunidad de granjeros en su mayoría, donde encontramos a nuestro protagonista. Mick Dowd no es granjero. Su oficio es muy poco común pero de vital importancia: se encarga de vaciar las tumbas del cementerio 7 años después de la fecha de sepultura del difunto. Un trabajo muy poco agradable de por sí, pero aun más si se cumplen 7 años de la muerte de tu esposa. No hay un día en que Mick no la eche de menos. Todavía sigue traumatizado y es por eso que lleva una vida solitaria bañada en alcohol.
Solo le faltaba tener que desenterrar a su mujer. Los rumores sobre su muerte vuelven a aparecer y le convertirán nuevamente en sospechoso, incluso sus amigos dudarán de su inocencia. Su única compañía es su vecina, una anciana cotilla adicta al bingo, y las visitas esporádicas de un policía local con pocas luces que aspira a recibir un ascenso.
Por si fuera poco, Mick tendrá que realizar esta macabra tarea acompañado del tonto del pueblo, sin pelos en la lengua y con reacciones muy impredecibles. ¿Nunca os habéis preguntado qué hacen con los huesos de los muertos cuando vacían sus tumbas?
¿La recomendamos?
Sin ninguna duda. Se trata de un espectáculo muy divertido y entretenido que encierra un gran misterio. Lo que han conseguido con tan solo 4 actores es impresionante. Pol López, actor que interpreta a Mick, se merece un premio por su papel. Su personaje está borracho durante todo el espectáculo y eso es muy difícil de conseguir tan alto nivel de credibilidad. Nos encantó su personaje y nos encantaría volverlo a ver.
También tenemos que mencionar la escenografía de este espectáculo, ya que está muy bien resuelta. El escenario se encuentra justo en el centro, reservando ambos laterales para el público. El suelo está cubierto de tierra y paja como si estuviéramos en el campo y las tumbas que allí se encuentran están llenas de tierra, por lo que vemos a los personajes cavar en el suelo.
En definitiva, “La calavera de Connemara” es una apuesta segura para pasar un buen rato en el teatro. Tenéis hasta el 19 de noviembre para disfrutarla.
*Espectáculo en catalán.