Ha finalizado la 4a temporada de HOMELAND. Y madre mía, como ha finalizado! Al principio, igual que muchos, no me convenció que Brody ya no estuviera en ella. Que sólo nos hablaran de Carrie y su día a día, no acababa de ser muy atractivo. Por lo que al principio reconozco que cuando empecé a mirarla, me parecía aburrida. Se basaba en la vida de Carrie en Islamabad como jefa de la estación de la CIA en esa ciudad (dentro de la Embajada de Estados Unidos). El sólo hecho de la individualidad del personaje de Carrie y sus carencias (mala madre, su bipolaridad, y su tozudez en el trabajo) me sacaban de quicio al inicio de la temporada. Pero lo que me fascinó es que dieran un giro al argumento y que nos mostraran que gracias a esas carencias, Carrie es la mejor en su trabajo. Su bipolaridad hace que vaya más allá de su persona, y sepa enlazar y descubrir lo que esconde la gente, antes que sus compañeros. Esa habilidad hace que siempre vaya un paso por delante que su enemigo, pero en esta temporada, descubrimos que no todo puede salirle bien a Carrie. En esta temporada nos hacen sufrir y nos sorprenden. Pero os diré a los ansiosos, que hasta el capítulo 5, no empezareis a engancharos de verdad. A ansiar el siguiente capítulo para saber qué pasa, porqué y qué comprotará después. Esas sensaciones las he vivido cada semana y me “fastidia” no tener más temporadas para dar all play.
En esta cuarta temporada, se incide en personajes más emocionantes, como Quinn. Es un analista de la CIA, pero que también fue “utilizado” para llevar a cabo misiones, que no sólo comportan investigar, si no también finalizarlas, aunque eso conlleve ciertas muertes. Eso hace que Quinn tenga de vez en cuando, depresiones que le llevan a odiarse a si mismo. En esta temporada lo vivimos a flor de piel, y también descubrimos que está “secretamente” enamorado de Carrie (qué novedad, eh, rompecorazones la tia). Lo que hace que no puede vivir sin ella y por eso decide volver a Islamabad (y otras razones, pero eso lo podéis ver en la serie). Su misión es encontrar a Haissam Haqqani, un temido terrorista, líder talibán. Lo más fuerte de este capítulo es como intentan encontrarlo, ya que se esconde en diferentes lugares del país. Hay filtraciones en la oficina de la CIA y en la embajada de Estados Unidos en Islamabad, lo que dificulta su búsqueda. Descubren que Haqqani cuenta con apoyos dentro del Gobierno pakistaní. Este descubrimiento, me fascinó. Pero el más gordo de ellos, está en el último capítulo… Muy impactante, pero que sólo podéis saberlo viendo la serie.
Recomiendo esta cuarta temporada, más que las otras. Vemos a una Carrie yendo al límite para cumplir con su trabajo, rompiendo éticas morales, íntimas y sentimentales. Cree en lo que hace, y vive por ello. Por eso no puede cuidar a su hija, no sólo porque le recuerda a Brody, si no porque sólo saber trabajar, y no cuidar de si misma. Vive por defender a su país y los ciudadanos, como todos los norte-americanos venden en sus series y películas, está claro. Pero bueno, resumiendo, a los desconfiados que sólo creéis que con Brody la serie tenía sentido, os confieso que estáis muy equivocados. Un acto de fe, señores, que es Navidad 🙂