Hoy también va de miniseries el asunto, pero esta vez de producción alemana: Hijos del Tercer Reich. Miniserie de tres capítulos del 2013, que ha sido comparada con la aclamada Hermanos de Sangre, de Steven Spielberg. Hijos del Tercer Reich cuenta la historia de cinco amigos, todos alemanes, cuyas vidas se ven truncadas por la Segunda Guerra Mundial, hecho que los cambiará para siempre.
Es la guerra contada desde ojos alemanes, y por eso ha provocado mucha polémica. ¿Quieres enterarte de más? Echadle un vistazo al trailer.
Todo comienza una noche del verano de 1941, en un local de Berlín. Wilhelm (Volker Brunch), Friedhelm (Tom Schilling), Charlotte (Miriam Stein), Greta (Katherina Schüttler) y Viktor (Ludwig Trepte), amigos inseparables, se despiden y prometen reencontrarse después de navidad, cuando ellos creen que la guerra habrá terminado. Wilhelm y Friedhelm son hermanos, y se disponen a servir a la patria formando parte de las tropas alemanas; Wilhelm es el mayor de los dos, y tiene experiencia en el campo de batalla, mientras que Friedhelm siempre ha sido una rata de biblioteca, y nunca ha luchado por su país. Charlotte acaba de aprobar el examen para ser enfermera de guerra, y está muy emocionada por representar a la mujer alemana. Greta y Viktor son pareja, y son inseparables. Greta sueña con ser una artista de la talla de Marlene Dietrich, y Viktor es un sastre judío que espera heredar el negocio de su padre. Lo que pasará con ellos será muy distinto a lo que ellos esperaban.
La serie dirigida por Philipp Kadelbach está basada en hechos reales. Hijos del Tercer Reich sólo es la mala traducción del título original “Unsere Mütter, unsere Väter“, que significa “Nuestras madres, nuestros padres“, es decir, nuestra historia. La historia de los alemanes que vivieron la Segunda Guerra Mundial. Esta miniserie es, además de una producción bélica de gran talento, una lección de historia que nos interesa a todos, pues nos muestra que la mayoría de alemanes fueron también víctimas del nazismo. Que había fanáticos de Hitler, pero que también había población alemana engañada por ese líder que les prometió comida y trabajo a sus familias. También desmitifica, sobretodo el el último capítulo, a la fuerza del pueblo ruso, los partisanos, que fueron alabados por su victoria en 1945. Porque en una guerra no hay ningún bando que se salve, y hay víctimas en ambos.
Este punto de vista es el que ha provocado tanto revuelo, pues hay mucha gente que se ha quedado con una sola parte de la historia, e incluso sigue torturando al pueblo alemán por su herencia histórica. Por eso esta miniserie es un acto de valentía, donde un equipo técnico y artístico alemán ha contado una historia que no significa más que “Soy alemán, y esto es lo que viví”. No intenta posicionarse, sólo quiere expresar el dolor que la guerra causó también en la población alemana.
Es, para mi, una obra de arte. Por como está hecha y por lo que quiere decirnos. Por la realidad que muestra y por lo bien que la cuenta. Y, sobretodo, porque es verídica.