Y, sí. Girls nos trae de nuevo aquí. La polémica serie de nuestra bien querida Lena Dunham nos abandona después de una tercera temporada que ha provocado varias opiniones. No hace mucho que hablamos de como estaba funcionando esta última temporada, y quedamos en que había cogido un estilo diferente a las demás, con menos humor negro, y más situaciones simplemente cómicas. Que no está mal, pero es algo a lo que no estábamos acostumbrados. Tampoco estábamos acostumbrados a ver a Hannah feliz (más o menos), porque siempre estaba en ese agujero profundo que tanto nos gustaba. Esta temporada ha supuesto una especie de parón para mí, pues no ha sucedido demasiado, y no nos hemos adentrado mucho en ciertos personajes. Pero gracias a esto, se ha dado a conocer la grandiosidad del que ha pasado a ser mi personaje favorito; Adam (Adam Driver).
Antes de ponernos a rajar, veamos lo que nos explica la creadora de la serie sobre este final de temporada.
¡ALERTA SPOILER!
Sin esta situación entre las chicas, Adam no hubiese brillado tanto. Eso tengo que reconocerlo. Hannah es pura contradicción, y Adam es puro, y punto. Es aquél que nunca traiciona sus ideales, y que, aunque parece un loco, es el más cuerdo de todos. Sabe lo que es capaz de ser y hacer, y sabe también lo que no es. Tiene muchísima fuerza y siente mucha pasión por las cosas que le emocionan. Bah, es genial. Ya lo era, pero ahora lo es más.
No obstante, en general me da la impresión de que esta temporada ha sido muy igual para todos los personajes; tal y como dice Lena en el vídeo “Inside the episode 12”, todas tienes que analizar un poco cuales son sus prioridades, pero…¿No lo hacen de la misma manera? Todas tienen ese plan de lo que es la felicidad para ellas, y no hacen más que darse de bruces contra un muro, una y otra vez. Esa es la conclusión a la que llegamos, pero haciendo referencia a todos los personajes, a diferencia de las otras temporadas, en las que todos los personajes llegaban a puntos distintos de su “búsqueda de la felicidad” o su “auténtico camino”.
Marnie (Allison Williams) no me parece que haya cambiado, sigue pensando que las hostias que le da la vida le vienen desde fuera, pero realmente es su manera de ver el mundo la que no le deja llegar más allá, como Ray (Alex Karpovsky) bien dijo una vez.
Y yo no creo que la relación entre ella y Hannah haya cambiado, para nada. Si lo parece, lo más normal seria que lo estuvieran fingiendo. No ha habido ningún momento en el que viéramos que los personajes están ahora más unidos.
Shoshanna (Zosia Mamet) ha despertado y ha salido de esa inopia estúpida en la que ha estado metida toda la temporada. Ha sido un personaje bastante ridículo, muy caricaturesco (aunque sí, nos ha hecho reír varias veces). Sinceramente, prefiero a la Shoshanna que tiene esa parte oscura y negativa que ha tenido en el pasado, todo el mundo tiene que tener una parte mala…sino el personaje carece de interés ¿no os parece? Creo que será más interesante en la próxima temporada.
Muy decepcionada, por otra parte, con el personaje de Jessa (Jemima Kirke) de esta tercera temporada. Nada de profundidad, nada de nuevo, sólo se nos ha mostrado un cliché social; drogadicto que quiere apartarse de las drogas. Pero ni siquiera teníamos presente que Jessa tuviera ese punto de adicción. Me gusta la idea de que el personaje de Jessa sea, en realidad, tan cerrado con sus problemas que ni siquiera nosotros, como audiencia, sabíamos que estaba tan jodida. Por eso mismo, era algo interesante conocer un poco más de su mundo interior.
Como bien dice Lena, Jessa es la única que tiene una visión de la vida diferente a las demás. Tiene una manera de vivir y de ver sus objetivos muy distinta, e interesante. Por eso estoy más que disgustada con su poquísima aportación. He de decir que le tengo adoración casi enfermiza al personaje y a Jemima Kirke en general, así que puede que esté exagerando un poco.
Y terminemos con el personaje de Hannah. Hannah es alguien con quien solíamos identificarnos en ciertas situaciones…en otras no porque era todo demasiado surrealista. Pero esta temporada no ha tenido tanto poder en este sentido. Ha habido momentos en que se ha alejado demasiado de nosotros y hemos notado que Lena ha querido llevar demasiado al extremo su personaje. Aún así, nos ha regalado el momentazo final; esa sonrisa justo después de dejar mal las cosas con Adam, que nos dice que ese egocentrismo que tanto nos gustaba de ella ha vuelto multiplicado por diez. En ese sentido, su personaje termina bien, aun dejando las cosas entre ella y Adam de un modo muy cuestionable. ¿Como será la próxima temporada? No tengo ni la más remota idea. Sólo sé que quiero más Adam, más Jessa, y a una Hannah no tan feliz.
He querido reunir alguna que otra opinión, de mi fella de Silence. Y claro está, siempre deseo escuchar las vuestras ☺.
Hace dos días, cuando Maariiinnaa nos comentó la idea de opinar sobre la tercera temporada de Girls, las dos estábamos de acuerdo en que no estaba al nivel de las anteriores temporadas. Pero todavía no había visto el capítulo 12. De hecho hasta comenté que “si no hubiera visto esta temporada, me hubiera quedado igual”. Bueno, después de ver el último capítulo, retiro todo lo que dije. Me ha encantado esta temporada.
Coincido con algunas cosas que ha comentado Maariiinnaa pero no del todo. Creo que casi todos los personajes han madurado en esta temporada. Adam ha brillado como nunca, por fin un trabajo que le gusta (porque mira que era vago). Marnie sigue siendo la misma malcriada pero al menos está creciendo como cantante. Ha encontrado alguien que parece que la hace mejor cantante (ya no es tan rígida y triste en el escenario). Aunque a ver como va el tema en la siguiente temporada. Shoshanna se ha perdido por el camino. Parecía tener las cosas muy claras pero por una vez se ha dejado llevar por los impulsos. No le ha salido muy bien porque ha acabado con el corazón roto y sin poder graduarse pero oye, al menos ha probado algo nuevo. Jessa ha pasado de droga adicta a intentar hacer algo responsable por una vez a droga adicta a volver a intentar ser responsable. Tengo que confesar que el personaje de Jessa nunca me ha entusiasmado mucho y yo estoy contenta con lo que le ha pasado en la temporada. Ha demostrado que es una luchadora y que ya no huye de sus problemas como antes o hace cosas idiotas como casarse con el primero que se encuentra. Hannah también ha crecido. Sí, ha sido un poco sumisa esta temporada al dejar a Adam dejarla de lado y dejar de lado sus sueños de ser escritora para trabajar en una revista… Pero al final, ha vuelto ese egocentrismo y egoísmo tan propio de ella. ¡Al menos ahora lo está usando para hacer algo de provecho con su vida! Y finalmente, Ray. Ray ha pasado ser de un personaje secundario-secundario a pasar a tener un poco más de protagonismo y me ha gustado mucho. Vemos como crece ya que decide tomar riendas de su vida y arreglarla. Sí, se lía con Marnie. Pero se da cuenta de lo que realmente quiere y no es nada parecido a lo que tuvo con Marnie o Shoshanna.
En fin, creo que me he pasado un poco con mi opinión… Así que voy a acabar ya. El último capítulo de la temporada me hizo recapacitar en todas las cosas que habían pasado en la temporada y lo lejos que habían llegado los personajes. Siguen siendo los mismos de siempre pero creo que empiezan a darse cuenta que no siempre tendrán 20 y pocos (30 y algo, Ray) y que tienen que empezar a tomar rienda de sus propias vidas. ¡Y tengo ganas de ver ya como seguirán en la siguiente temporada!
Laüra:
Estoy desconcertada con el último capítulo de Girls. La verdad, que con toda la temporada. Tengo que decir que por primera vez, me he metido de lleno en la historia, y me he cabreado con los personajes. Sobre todo, con Hannah. Me ponía de los nervios porque es una egoísta y narcisista. Se lleva la palma con lo que hace. Va de dulce y feliz, pero se nota que es una fachada. Y teniendo a Adam que se ha comprometido a ser quien es, que la quiere, la cuida… Y ella no lo valora para nada. Hannah es tóxica en todos los sentidos. Va de buena persona, pero no se preocupa ni quiere a nadie más que a sí misma. En serio, esta temporada no la he soportado y encima todo se ha producido alrededor de ella. Es por eso, que en la “beach house”, dí gracias al cielo cuando Shoshanna abre la boca y las manda a dar un paseo (para decirlo finamente). A mi aquí Shoshanna me encantó. ¿Marnie? Buagh, Marnie, recatada calientatemas. Aplaudo a Clementine en el baño, supongo que yo le diría lo mismo. Y finalmente… My lovely Jessa. Una pena que no le hayan sacado provecho, y que siga en la misma línea. Pero más rabia me da cuando en el último capítulo, que le dan un giro a su vide, y va, ¿y se termina? Encima el tema de llamar a la ambulancia, surrealista es poco. La verdad, no sé si lo notáis, pero estoy insatisfecha. Que se pongan las pilas, porque alargar por alargar, no es bueno ni da resultado. Adam, en serio, vete de ahí y ven a Barcelona que aquí aún parece que mantenemos el sentido común.