El pasado 14 de febrero día de San Valentín, “The silence of the lambs” cumplió 25 años. Sí, “El silencio de los corderos”, fue estrenada este idílico día del año 1991, y fue también casualidad que fue la tercera película de género en la historia en conseguir los 5 Oscars más importantes de la industria del cine: mejor director, mejor película, mejor actor, mejor actriz y mejor guión adaptado, basado en la novela de Thomas Harris. Las otras dos películas son El exorcista y Tiburón.
Y ya que estamos de doble celebración, os contaré algunas curiosidades y aspectos de este clásico del suspense, que quizá no conocéis o no estabais al tanto de ellos. Lo dicho, poneros cómodos, abriros un buen Chianti, Mozart de hilo musical y unos higaditos de conejo a la brasa, con ajo y perejil. Bon appétit.
Anthony Hopkins, el segundo Hannibal Lecter
Sí, habéis leído bien. Ya hubo un primer Hannibal Lecter, pero no tuvo éxito. Me refiero al actor escocés Brian Cox (El planeta de los Simios, El mito de Bourne), quien encarnó por primera vez al personaje de Hannibal en la película “Manhunter” de Michael Man en 1986. Basada en la novela “El dragón rojo” de Thomas Harris.
Para comentar como se llegó hasta Anthony Hopkins para esta segunda ocasión, me gustaría recordar al Director Jonathan Demme, quien fue el encargado de sacar adelante esta segunda entrega y elegir a Hopkins para dicho papel, en “El silencio de los corderos”. Aunque cabe decir que no fue el primer nombre que sonó en el casting, Demme quería a Sean Connery pero este rechazó el papel, así como Jack Nicholson, Daniel Day-Lewis y Jeremy Irons. Quizá después del pelotazo y éxito que tuvo la película, todos estos que rechazaron el papel, se llevaron las manos a la cabeza. O quizá no, porque realmente el papel estaba hecho para Anthony Hopkins, y así lo piensan todos. Sin él, quizá hubiera sido un batacazo, como así lo fue “Manhunter” protagonizada por Brian Cox.
En este vídeo de una de las escenas de Manhunter, Hannibal Lecter no genera esa tensión y malestar que Hopkins si transmitía en su papel. Brian Cox habla deprisa, no sonríe, pestañea. No tiene el rostro relajado, sino que frunce el ceño continuamente. No se sienta recto con todos los músculos del cuerpo tensos, sino que se sienta como una persona normal, piernas abiertas, como si estuviera en un bar tomándose una cerveza con un montado de tortilla. A mí no me transmite nada, Hopkins en cambio, te obligaba a no poder mirarle fijamente a los ojos, era enfermizo desde los pies al último pelo de la cabeza. Y no es por culpar también a Michael Man, pero sin ningún plano cerrado del rostro de Hannibal, donde se vea su mirada de sanguinario y su aspecto de “te quiero arrancar la cara a bocados”, (que tampoco es el caso) no sé como pretende crear tensión, terror o angustia en el espectador. (apunte personal…)
Por lo tanto, Hopkins será el segundo Lecter, pero el primero que nos viene a todos a la cabeza cuando pensamos en este famoso personaje.
¿En quién se inspiró Anthony Hopkins para dar vida a Hannibal Lecter?
A la hora de meterse en la piel de Hannibal, Hopkins se basó en varios psicópatas reales, uno de ellos fue Charles Manson. Un conocido criminal y músico estadounidense, conocido por liderar una especie de “secta conspiratoria”, los llamados “familia Manson”, y llevar a cabo el asesinato de 7 personas, entre ellas la actriz Sharon Tate, esposa del director Roman Polanski. Así se quedó de trastornado…
Anthony Hopkins se dio cuenta que Charles Manson apenas parpadeaba, era frío y calculador. Entonces decidió hacer lo mismo. Y lo cumplió de forma casi enfermiza, ya que El Doctor Lecter no pestañea ni una sola vez en toda la película. (Ojo al dato Cox, aprende) Aquí se puede comparar mejor una actuación y otra. NO HAY COLOR SEÑORES.
El vestuario por ejemplo, corre a cargo de Hopkins también, eligiendo el azul grisáceo en el primer encuentro con Clarice y el blanco en las demás ocasiones, simulando su propio pánico a los dentistas. (Resulta gracioso). El actor convenció al Director Jonathan Demme y al diseñador de vestuario del film Colleen Atwood, para vestir al personaje de blanco en lugar de naranja. También es verdad que este color le da un toque más sobrio y aséptico, generando más tensión. Está claro que todos tenemos pánico a los médicos y las batas blancas, no es nada nuevo.
En cuanto a los momentos de improvisación durante el rodaje, más de sobra conocido es el famoso sorbido de sesos que hace Lecter, que ha pasado a la historia del cine por las pesadillas y horas de insomnio que ha provocado a posteriori. (Qué exagerada diréis, pues no, de pequeña me traumó). Produce escalofríos…
Las crisálidas de polilla
Bien, las polillas tan asquerosamente horribles que aparecen en la casa de Buffalo Bill, en realidad eran gominolas con forma de polilla. La verdad es que parecían uvas pasas, daba asco igualmente. Los realizadores del film, decidieron hacerlas comestibles por si acaso algún personaje se lo tragaba sin querer. Sin querer no sé, pero la crisálida que saca Clarice con pinzas de la boca de un cadáver, no da tanto asco si sabemos ya que es una chuchería sabor frutas del bosque.
Por otro lado, las polillas vivas que aparecen también en la casa, que Buffalo juega con ellas y les da besitos (asqueroso todo), no son realmente mariposas de la especie halcón calavera como se vende en la película, son polillas del tabaco y les pegaron uñas postizas con la calavera pintada. (el silencio de los corderos, promoviendo el diseño de uñas postizas con dibujos desde el año 1991)
La obra de Dalí
Dalí aparece en el cartel principal de la película. ¿Cómo os quedáis? Bueno, por si alguien no lo sabía aun, la calavera que aparece en la mariposa del cartel oficial, no es otra cosa que una reproducción en miniatura de la obra “In voluptas mors” de Dalí y Philippe Halsman, del año 1951.
“In voluptas mors” significa en latín “la voluptuosa muerte” o “placer en la muerte”, es una obra del artista español muy peculiar, porque es un “cuadro vivo” de mujeres desnudas formando una calavera. Por tanto, existe cierta conexión entre sexo, muerte y el cuerpo desnudo de la mujer”, muy similar a los problemas psíquicos de Buffalo Bill en la película. Que por cierto, Ted Levine, para meterse en el papel de Buffalo Bill, simuló también los comportamientos de varios psicópatas conocidos, asegurando que los asesinos en serie consumen mucho porno y es exactamente lo que hizo para prepararse el papel, hincharse a porno. (Mira tú que bien). Así como dato, Ted Levine para poder rodar esta escena en la que hace un baile sensual simulando ser una mujer, necesitó varios chupitos de tequila. Está claro que el alcohol te lleva a hacer barbaridades que nunca harías sobrio, y Ted lo sabía.
Frases más recordadas del Silencio de los Corderos
Por un lado tenemos “buenas noches Clarice“, “Quid pro cuo“, “el mundo es más interesante con usted dentro” o el que generó la única chispa de humor de toda la película: “desde aquí huelo tu coño“. Muy profundo, sí. Pues paradójicamente, la frase más recordada por los fans de Hannibal Lecter y la película, es “Hola Clarice“, una frase que Hannibal no dice en ningún momento, por lo tanto el propio Anthony Hopkins como guiño a los fans, si dice “Hola Clarice” cuando la llama por teléfono en ‘Hannibal‘, la película dirigida por Ridley Scott en 2001. (Tiene guasa el asunto, menudos fans)
Para finalizar, y rompiendo el mito de “segundas partes nunca fueron buenas”, feliz 25 cumpleaños para uno de los clásicos del terror/suspense que tanto nos fascina. Y como dato final, según la lista American Film Institute, Hannibal Lecter ocupa el puesto número 1 en el ranking de villanos del cine. ¡También es mi favorito! ¿Y el tuyo?