En el año 2001 el argentino Juan José Campanella nos trajo El hijo de la novia, gran película que 9 años después (en el 2014) Garbi Losada y José Antonio Vitoria han adaptado al teatro en una obra homónima que estoy segura no dejará indiferente a quién la vea y que actualmente se encuentra de gira por España, podéis encontrar información en el facebook oficial de la obra haciendo clica aquí .
La adaptación teatral del hijo de la novia cuenta con unos actores de excepción como son Juanjo Artero, Tina Sainz, Álvaro de Luna, Dorleta Urretabizkaia y Mikel Laskurain (que realiza una estupenda y muy bien disimulada doble interpretación por un lado haciendo el papel del cocinero del restaurante de Rafael, Tacho y por otro como el mejor amigo de Rafael, Juan Carlos).
Esta obra se mueve constantemente entre la comedia y el drama por lo que nos hará reír, emocionarnos hasta el punto de que tal vez soltemos una lagrimita y sobre todo ser conscientes de una realidad conocida por todos pero olvidada por la mayoría.
El hijo de la novia en unos 90 minutos aproximadamente cuenta una historia que podríamos vivir cualquiera y quizás sea eso lo que la hace tan cercana pero además nos enseña una gran lección o mejor dicho dos, que, a pesar de los problemas, hay que sacar fuerzas y seguir adelante y que quizás el amor sea la respuesta a las miserias humanas.
Sinopsis
El protagonista es Rafael (Juanjo Artero) un hombre que ve como el negocio hostelero levantado con tanto esfuerzo y sacrificio por su padre, Nino (Alvaro de Luna), años atrás y que ahora dirige él está al borde de la quiebra y pone toda su dedicación en intentar salvarlo, su vida personal no es mucho mejor está divorciado y tiene una hija con la que apenas tiene relación, y, aunque tiene una nueva pareja, Nati, (Sara Cozar) se ve totalmente incapaz de comprometerse con ella. Además su madre, Norma (Tina Saínz), que padece Alzheimer casi no le reconoce y ha sido internada en una residencia donde Rafael apenas la visita.
La crisis económica y existencial por la que atraviesa Rafael es algo a la orden del día en la actualidad y que al final le acaba pasando factura en forma de infarto, lo que le hace replantearse muchas cosas de su vida entre ellas la de continuar con el negocio familiar. A esto se suma la noticia que le da su padre de que se quiere volver a casar con su madre pero esta vez por la iglesia ya que se casaron por el juzgado y Norma siempre soñó con casarse en una ceremonia religiosa, ahora su marido quiere concederle ese deseo. Esta idea es algo que, en un principio, Rafael no acepta y ve como un problema, al final ante la ilusión de su padre cede pero la inicial oposición de Rafael no será el único obstáculo para la celebración del enlace y es que la iglesia, a pesar de que la historia les resulta preciosa, se niega a realizar la ceremonia ya que Norma no esta en plenas facultades mentales no es consciente de lo que pasa y no creen que pueda decidir algo así.
Rafael, no se lo espera pero la historia de amor de sus padres y la presencia de su amigo de la infancia, Juan Carlos, (Mikel Laskurain), dará un vuelco a su vida haciendo que recupere el timón de la misma.
Digna de ver la escena final entre Rafael y Norma donde madre e hijo se reconcilian después de mucho tiempo.
En definitiva, una historia conmovedora, un elenco maravilloso, unas interpretaciones magistrales y una ambientación de gran calidad hacen de la función una gran obra que no decepcionará y merece la pena ver.