Caso de la Familia Watts

‘El Caso Watts: el padre homicida’, el documental más visto de Netflix

El caso Watts: El padre homicida es uno de los documentales de true crime (crímenes reales) más desgarradores que hay en el catálogo de Netflix.

Portada del Caso watts, American Murder, the family next door. Netflix

La desaparición de Shannan Watts y de sus hijas, Bella y Celeste, revela como una familia aparentemente perfecta esconde una gran tragedia. El documental toma imágenes reales sin editar de las redes sociales, grabaciones policiales, mensajes de texto y vídeos caseros para que sean Shannan y sus hijas quienes nos expliquen qué ocurrió realmente.

Escucha el episodio del Podcast Las Culturetas

En nuestro podcast de Las Culturetas hemos analizado este documental en profundidad con un toque de humor.



Pero, ¡OJO! No nos reímos bajo NINGUNA CIRCUNSTANCIA sobre las víctimas de este femicidio, ni nada por el estilo. Solo nos reímos de nuestras tonterías, de la producción del documental, de algunos personajes secundarios y del asesino.

La familia de la casa de al lado

Todo ocurrió en 2018 cuando una mujer embarazada y sus dos hijas de tres y cuatro años desaparecen de su propio domicilio en Frederick, Colorado. El esposo y padre de las niñas asegura que no sabe nada de su paradero y que está muy preocupado. Así empieza El Caso Watts: El padre homicida (American Murder: the family next door en su inglés original).

Este documental de Netflix dura 82 minutos ha sido dirigido por Jenny Popplewell y estrenado en septiembre de 2020, convirtiéndose en uno de los documentales más vistos en Netflix.

Familia_Watts_Feliz_frente_casa_familiar

¿De qué va el caso Watts?

El 13 de agosto de 2018, Shannan llegó a su casa a las 2 de la madrugada tras un viaje de negocios. Nickole Atkinson, una de sus mejores amigas, la dejó justo a la entrada de casa mientras Chris estaba dentro de casa con sus hijas.

Al día siguiente, a las nueve de la mañana, Shannan tenía una cita con el obstetra para revisar su embarazo de 13 semanas. No asistió. Tampoco acudió a una reunión de trabajo que tenía esa mañana. Esto se le hizo increíblemente extraño a Nickole. La llamó para saber qué le había ocurrido y no contestaba su teléfono móvil. Preocupada, fue directamente a casa de Shannan, llamó a Chris para alertarlo, preguntó a los padres si la habían visto y avisó a la policía inmediatamente.

Cuando llegó la policía, Chris les permitió entrar en su casa sin problemas, pero no había rastro de Shannan ni de las niñas. Encontraron en la casa el bolso de Shannan con sus llaves, su medicina y su móvil, su coche estaba en el parking con las sillas especiales para niños y su anillo de matrimonio sobre la mesita de noche.

Chris le dijo a la policía que no sabía nada de dónde podrían estar Celeste, Bella ni Shannan ya que él había salido a trabajar a las cinco de la mañana y que ellas estaban dormidas ya que era muy temprano. Nickole, siendo la mejor amiga de Shannan desde hacía cuatro años, sabía que ella no saldría de casa sin su teléfono ni sin medicación para el Lupus, pero mucho menos sin los elementos indispensables para la seguridad de sus hijas. Todo era extraño.

Pero algo no estaba bien. Chris estaba nervioso, distante y más charlador de lo normal.

Nate Trinastich, vecino de la puerta de al lado de la familia Watts le indica a la policía que ve a Chris inquieto y meciéndose de un lado a otro. Nate le comentó a la policía que tenía cámaras de seguridad que enfocaban el aparcamiento de los Watts. En ellas se pudo ver a Chris metiendo cosas dentro de la parte de atrás de su coche alrededor de las 5 de la madrugada, algo bastante inusual que sorprendió a Nate.

Pero lo que realmente mosqueó al vecino fue que mientras él le enseñaba las grabaciones a la policía, Chris prácticamente no miraba a la pantalla del televisor, solo estaba pendiente de su móvil.

El arresto de Chris Watts

Los investigadores estaban molestos por lo que parecían las señales de una falsa denuncia: el hombre mostró el teléfono de su esposa, su cartera, sus documentos y su anillo de bodas, como si ella hubiera dejado todo como un mensaje de abandono, llevando a las niñas con ella.

Algo no le cuadraba a la policía y Watts fue arrestado el 15 de agosto. Tras siete horas de interrogatorio, le hacen a Chris una prueba del polígrafo con el detector de mentiras, en el cual obtuvo un puntaje de -18, bastante más que el -4 que indica que alguien no dice la verdad.

Chris_Watts_haciendo_la_prueba_del_polígrafo

Poco después, presionado por la presencia de su padre en la sala de interrogatorios, Chris dijo que había tenido un ataque de ira cuando, tras una discusión, Shannan había estrangulado a Celeste, y él la había estrangulado a su vez; luego había encontrado el cuerpo de Bella tendida en la habitación infantil.

Pero los investigadores no le creyeron. Él reconoció que estaba teniendo una aventura con otra mujer y que cuando se lo dijo a Shannan, ella se enfureció y lo amenazó con no dejarlo a ver a las niñas nunca más cuando este le pidió el divorcio. La historia seguía sin cuadrar.

El asesinato de Shannan y sus hijas

Por fin reconoció que había matado a su esposa Shannan, embarazada de 13 semanas, asfixiada en la cama matrimonial después de una discusión.

Durante el asesinato, Bella entró a la habitación y preguntó que le pasaba a la mamá y Chris le dijo que estaba enferma. Watts llevó el cuerpo sin vida de Shannan a su camioneta y subió a las niñas medio dormidas al asiento trasero.

Después de conducir 60 kilómetros hasta la refinería de petróleo donde trabajaba, con el cadáver de su esposa en la camioneta, asfixió a sus hijas con las mantitas que usaban para dormir.

Chris Watts viendo las imágenes de videovigilancia vecino

Para ocultar el cuerpo de su difunta esposa, la enterró en un terreno baldío al lado de la refinería.. A Celeste y Bella, las sumergió en unos tanques de petróleo.

Chris declaró: “Toda mi vida quise ser un padre, tener hijos, ¿Saben? Siempre deseé que me amaran, todo eso. Nada tiene sentido”. Watts agregó: “La voz de Bella, la última en morir, resuena en mi cabeza cuand dijo Papi, no”. “Escucho sus palabras todos los días”, insistió.

El juicio de Chris Watts

El 21 de agosto de 2018, Watts es acusado con cinco cargos de homicidios en primer grado, asesinato agravado, terminación de embarazo no autorizado y manipulación indebida de cadáveres. Se le adjudicó una fianza de cinco millones de dólares.

Watts reconoció todo lo que había pasado y se declaró culpable de los asesinatos del 6 de noviembre de 2018. Una de las razones por lo que confesó fue por un acuerdo con la familia de Shannan para que no solicitaran la pena de muerte.

Chris Watts junto a sus abogados durante el juicio

El 19 de noviembre finalmente fue sentenciado a cinco cadenas perpetuas, tres consecutivas y dos concurrentes, sin posibilidad de libertad condicional. Recibió 48 años adicionales por la interrupción ilegal del embarazo de Shanann y 36 años por tres cargos de manipulación de cadáveres. Tras la sentencia, se le revocó la fianza de 5 millones de dólares y fue inmediatamente devuelto a custodia.

Desde 3 de diciembre de 2018, Chris Watts está preso en la prisión de máxima seguridad de Waupun, Wisconsin a la que fue trasladado debido a problemas de seguridad.

El Monstruo de Denver

Su vecino Nate Trinastich se sorprendió cuando vio que Chris tenía un circo mediático instalado en su casa. Watts daba entrevistas a medios locales y nacionales, pedía a la población ayuda para encontrar a su familia y lloriqueaba frente a la cámara. Trinastich se sintió seguro de que el hombre sabía más de lo que decía.

“Él normalmente es alguien callado, apagado, que nunca habla. Que se la pase cotilleando me hace sospechar algo”, dijo a la policía.

Por su parte, Nickole le dijo a las autoridades todo lo que sabía acerca de la relación entre Shannan y Chris y sabía lo mal que estaban las cosas y cómo Shannan estaba tratando de repararlas, pero lo nunca pensó fue que Chris fuera a tomar la peor salida a su matrimonio. Estas declaraciones fueron definitivas para saber qué había ocurrido con las tres chicas.

Cuando todo salió a luz, aquellos medios de comunicación que habían sido amigos de Chris empezaron a llamarlo con el mote de
‘El Monstruo de Denver’. Estados Unidos al completo estaba asqueado de cómo un hombre había sido capaz de cometer semejante femicidio.

El libro sobre Chris Watts

Una vez en la cárcel, el monstruo empezó, supuestamente, a enviarse cartas con Cheryln Cadle, una escritora amateur quien afirma que Chris no ha dicho la realidad de todo lo que pasó. Cadle publicó un libro muy criticado tanto por el contenido amarillista como por los errores gramaticales.

En las supuestas cartas que Chris le escribe a Cadle, explica como él ama aún a su examante Nichol Kessinger y la culpa indirectamente de los asesinatos, ya que si no la hubiese conocido, nunca habría matado a su familia. Esto no deja de ser rumores, aunque encaja con el perfil narcisista de Watts de culpabilizar a las víctimas.

Libro Chris Watts

Nichol Kessinger, la examante de Chris

Cuando la policía entrevistó a Nichol ella declaró:

“Me enteré por los medios. Realmente me preocupa que no puedan localizar a esta mujer y sus niñas. No está bien, me asusta”.

Repitió a la policía que nunca le había sugerido siquiera a él que su familia sería un inconveniente para la relación entre ellos. Durante los juicios declaró en contra de Watts por lo que actualmente es parte del programa de protección de testigos y cortó todo contacto con Chris Watts.

Nichol y Chris en un viaje felices

Las víctimas

De Celeste y Bella lamentablemente poco podemos decir, ya que fueron asesinadas siendo muy pequeñas. Según los vídeos que nos muestra el documental, eran unas niñas felices y dulces como cualquier otras de su edad. Eran queridas por toda la familia y amaban a sus padres. De Chris decían que era su héroe.

Celeste, Bella y Shannan en el campo

En cuanto Shannan, tenía 34 años y se casó con Chris Watts después de superar un desengaño amoroso con otro hombre. Ella quedó deslumbrada por él desde el principio, era educado, un poco tímido y la amaba con locura. Creía que era el hombre perfecto. Así lo retrataba ella en sus redes sociales donde publicaba pequeños vlogs comentando su día a día.

Shannan quería dar una imagen de familia perfecta y por eso veía (y lo vendía) a Chris como un príncipe azul. Lo tenía idealizado y era incapaz de verle defectos o de verlo como un agresor. Ella lo consideraba como el hombre hecho a la medida de ella ya que él la aguantaba porque ella era muy mandona.

Además, la pareja mantenía unos roles de género bastante marcados, y pese a que ella era profesional y tenía un sueldo propio, Chris era considerado como el proveedor y ella era la supermom. No obstante, no era así. Shannan no se llevaba bien con los abuelos paternos de sus hijas y Chris tenía una relación extramatrimonial.

Shannan sosteniendo una revista con un reportaje que le hicieron a su familia feliz

Podemos ver como el documental hace una crítica desde el minuto uno al postureo que hay en Internet. La realidad era que su matrimonio no era perfecto y que Chris no era un hombre modelo, obviamente. La realidad es que la relación de la pareja llevaba meses en crisis y lo sabemos gracias a los mensajes de texto que le enviaba Shannan a sus amigas. En ellos se desahogaba diciéndole lo que realmente sentía y estaba viviendo, que es completamente diferente a lo que decía o enseñaba en las redes sociales.

Al final del documental, la directora se posiciona en contra de la violencia machista con los siguientes datos:

En Estados Unidos todos los días, tres mujeres son asesinadas por sus parejas o exparejas
La mayoría de filicidios y conyugicidios son perpetrados por hombres.
La mayoría de veces estos crímenes son premeditados.

¿Qué os ha parecido el documental? ¿Te ha parecido muy sensacionalista? ¿Creéis que Chris Watts lo tenía premeditado? ¿Asesinó a su familia porque le estorbaban o porque se puso nervioso? ¡Déjanos un comentario!

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