Matt Shakman nos trae 93 minutos de peripecia gratuita en Cut Bank, Montana, el pueblo más frío de EEUU. Dwayne McLaren (El guapo y anti expresivo de Liam Hemsworth) quiere salir del pueblo como sea y largarse a la gran ciudad con su novia Cassandra (Teresa Palmer). Dwayne pone en marcha un plan absurdo que hace liarla parda en todo el pueblo, sin quererlo ni beberlo. Se ve envuelto en una investigación policial encabezada y llevada a cabo únicamente por el Sheriff Vogel (John Malkovich) ya que no hay más policías en todo el pueblo. La vida de Dwayne y la de su pequeña comunidad cambiarán para siempre.
La interpretación por excelencia de toda la cinta es la del “tonto del pueblo” o “deficiente”, con gafas de culo de vaso y la típica gorra. En todas las películas de terror/suspense de los 90 aparecía. Un cliché que no nos quitamos de encima. Es Michael Stuhlbarg en el papel de Derby Milton. ¿Os acordáis de “Doofy” de Scary Movie? Pues algo así. Pero en el caso de Derby Milton es tonto y deficiente de verdad. A todo el pueblo le da lástima por ser tonto, y de hecho le daban por muerto porque apenas sale de casa. Pero ojo, que toda la trama gira en torno a él y nadie se entera. Es muy gracioso. Y no os cuento más porque ya sería spoiler gratuito y tampoco os voy a fastidiar la película.
El único personaje que se entera de todo lo que está pasando es el gran Billy Bob Thornton, que interpreta a Big Stan el padre de Cassandra. (Que obviamente adora a su niña y odia al novio de su niña porque se la quiere llevar del pueblo, y encima le obliga a llamarle SEÑOR.)
Las mujeres en esta cinta tienen un papel demasiado pasivo. Son mujeres que no saben hacer nada, no tienen personalidad crítica, son tontas y lo único que saben hacer es cocinar a su marido y sus hijos, trabajar de camareras en un bar de camioneros e insinuarse a los clientes y presentarse a Miss Cut Bank. Quizá el Director Matt Shakmann es así de machista o quería reflejar de forma crítica el machismo existente en los pequeños pueblos. Quiero pensar que es la segunda opción, porque es demasiado descarado.
Una película rural, (con todos los clichés rurales incluidos, hasta el tabaco de mascar) denominada Thriller porque debe haber escondido algo de suspense entre tanto acontecimiento, pero yo no lo veo. Desde el minuto 2 de la cinta ya sabes qué pasa, quién es el asesino y por qué los mata. (Básicamente en el trailer ya te enteras de toda la película, desaparece el suspense) Es decir, el resto de los 90 minutos que le siguen, puedes ver como John Malkovich (el único Sheriff del pueblo) intenta destapar al asesino, (que tú ya sabes quién es) pero él no se entera de nada. Eso sí, tu le dices: “Hay un hombre nativo que hoy no ha venido a trabajar, no sabemos dónde está, se llama Fulano de Tal” y Malkovich en 5 minutos (sin elipsis ni nada) está en casa de ese señor nativo, que vive a las afueras y que no conocía de antes. Parece ser que sólo hay un hombre indio en todo el pueblo, y Malkovich llega antes que el tapicero un sábado por la mañana y sin GPS. (De película). Pero eso sí, del tonto del pueblo que hace cosas extrañas, no sospechamos. Porque es tonto y nos reímos de él, que es lo que toca.
También contamos con la brillante interpretación de Bruce Dern (Nebraska), el único personaje que me creo. Aunque también hace cosas absurdas, sin sentido alguno, provocado claro está por los errores de guión (Roberto Patino) y los acontecimientos gratuitos hilados para que todo tenga “un orden coherente”, sin existir coherencia.
El final es también un desenlace sin sentido y hasta gracioso, donde no te crees absolutamente nada. Parece ser que en los pueblos las cosas suceden así. Sin reglas, sin normas y sin leyes. Yo me reí mucho durante la película y eso que era un thriller supuestamente “tenso y cautivador”. Lo único que tiene de thriller es la sangre y la forma cruel de los asesinatos, (un tanto gore).
Lo mejor:
El maravilloso reparto, fue estupendo ver en pantalla a tan grandes actores aunque estuvieran haciendo papeles que no te crees.
Lo peor:
La incoherencia del guión y los acontecimientos gratuitos que nos intentan colar como “normalidad” en una trama de asesinatos contradictorios.