CHAPPiE es una de esas película donde acabas enamorándote del personaje principal, aunque sea un alienígena o, como en este caso un robot. La mente de un niño insertada en el disco duro de una máquina creada para proteger y servir a la ley. Veamos, ¿cómo creéis que pueden desarrollarse los acontecimientos? Pues buena parte de la película se centra en enseñar el primer robot con inteligencia artificial lo que es la vida. Con cada maestro se dará cuenta de que la vida puede ser maravillosa, una mierda o muy complicada. la verdad es que de esto último no le falta, ya que la sociedad en la que vive se ha acostumbrado a ver a la nueva generación de robots como unas máquinas de defensa y él precisamente es el primero que puede sentir amor y miedo. Con él no sirve eso de “es solo una máquina“. Desafortunadamente ha heredado lo peor de los dos mundos.
Lo divertido de este personaje reside en su inocencia. Un niño en el cuerpo de un hombre y dentro de una máquina. Suena raro pero es así. algunos utilizarán su inocencia para enseñarle a sobrevivir, pero otros solo verán a una máquina a la que pueden influenciar y utilizar para cometer toda clase de delitos. Hasta aquí, parece que esté hablando de la mítica película de John Badham, Cortocircuito, y la verdad es que se parecen muchísimo. Seguramente mucho de vosotros recordaréis al encantador robot que enamoró a todo la quinta avenida de Nueva York
Lo que no me enamoró tanto de CHAPPiE fueron el resto de actores. todavía intento averiguar cómo engañaron a Hugh Jackman, Sigourney Weaver o Dev Patel para formar parte de esta producción. los dos primeros prácticamente no aportan nada de nada y Dave Patel rozó el aprobado en la calidad de su personaje. No ha sido fácil decir esto último porque lo considero un buen profesional. Ahora podemos hablar de los otros protagonistas de esta película. Nada más ni nada menos que la banda sudafricana Die Antwoord. Esto para mi fue una sorpresa, ya que no conocía al grupo y me enteré luego de que los personajes que acababa de ver en pantalla eran tal cual los miembros de un grupo electro rap-rave. Lo más sorprendente de todo es que los ves en la película como son al natural, exceptuando temas varios como drogas, armas, etc. Su personalidad y su ropa son las mismas que en la realidad.
Deberíamos añadir esta película a la gran lista de producciones que se basan en promocionar marcas de forma descarada o sutil. En este caso, a parte de la música, se han ido dejando detalles a lo largo de la película que parecían logos de grandes marcas conocidas en diferentes sectores de la comunicación. Os invito a localizarlos mientras veis la película. Al menos no le han puesto Sony al robot.
Os dejo con los comentarios de mi compañero Víctor, que también ha querido comentar de forma rápida y contundente algunos de los detalles de este film.
Víctor
CHAPPiE no tiene ni pies ni cabeza. Como guión es un despropósito, lleno de agujeros y triquiñuelas de cine de domingo por la tarde. Deus ex machina, Macguffin, y todas las trampas que os podáis imaginar. El robot luce espectacular pero el resto de efectos especiales dejan bastante que desear (incluso hay planos concretos de vergüenza ajena). Acabas de Die Antwoord hasta el ojete (salen los dos, haciendo de ellos mismos, con sus nombres y su música…). Hugh Jackman está ridículo y Sugourney Weaver pasa sin pena ni gloria.
Ya es la tercera vez que Neill Blompkam hace LA MISMA película. “Mundo de diferencias sociales donde el protagonista sufre una transformación que lo hace especial y además carga con una fatídica cuenta atrás. Una mega corporación malvada envía a un soldado chungo a darle caza. Y me callo el final porque sería spoiler, pero ya os podéis imaginar por donde van los tiros, ya que esta sinopsis es la misma en las tres películas de Blompkam (Distrito 9, Elysium y Chappie).
¿Lo bueno? Que es MUY entretenida, que es una mezcla muy chula entre Robocop + Cortocircuito, que te deja con ganas de mas, que el robot es una jodida maravilla, que Yolandi se sale, que Ninja no está mal, que la OST de Hans Zimmer es brutal, que se pasa volando y que te hace reír cada dos por tres (y también da mucha lastima).
En definitiva, peor que Distrito 9 pero mucho mejor que Elysium. Disfrutaran especialmente los amantes de la ciencia ficción sobre IA (bueno y los fans de Die Antwoord). La hubiese vuelto a ver otra vez en cuanto acabó.
6,5/10