Buenas noches, Punpun es considerado el mayor trabajo de Inio Asano, el autor de Solanin, cómic al que ya le dedicamos un artículo en Silence (y que puedes leer AQUÍ). Esta vez la historia trata de Punpun, un chico, o más bien un niño, que vive con sus padres en Japón y va al colegio. Él es un pollo, pero no os alarméis, en ningún momento se habla del asunto y todo el mundo lo ve como uno más. El único que lo va a ver como un pollo vas a ser tú. Punpun y sus amigos viven la pubertad y el paso de niño a adulto como cualquier otro preadolescente, y el cómic empieza relatando las aventuras de éstos, los miedos, sus incertidumbres…y está dividido en trece volúmenes que se leen en nada, pues la historia de este pollito te va a enganchar desde el principio.
Lo que nos vamos a encontrar
Quien conozca a Inio Asano ya sabe el estilo que tiene en sus historias; con esos personajes perdidos en la vida. Dead Dead Demons Dededededestruction también cuenta una historia similar, siendo protagonizada por una colegiala que, en medio de la difícil etapa que afronta, también tiene que soportar una invasión alienígena. Pero Punpun va un poco más allá, pues creo trata del estilo y la temática de Asano elevados al cuadrado; la historia es tan honesta y Punpun es tan inocente y tan incorruptible al principio que, aún estar pasando por una situación familiar muy difícil, lleva esa parte infantil dentro que todos hemos perdido ya (y recordamos muy bien). También viviremos, a través de los ojos de Punpun, el desconcierto al no saber que le está pasando física y mentalmente al vivir la etapa que está viviendo. Y, como no podía falta, hay una que otra macabra aventura que Asano pone en el camino de nuestro protagonista.
Pero no os equivoquéis, la historia no es un drama ni mucho menos, y tiene lo más loco de Asano; desde vídeos pornográficos que resultan ser algo psicópatas, a un Dios que es un tipo afro que sonríe todo el rato. Aquí hay de todo.
¿Por qué un pollo?
El pollo somos, en realidad, todos nosotros. Inio Asano quiere poner en relieve la indefinición de una persona en esa época de cambio, en el que ni uno mismo sabe qué ni quién es. Se trata de una imagen difuminada de lo que fuimos y de lo que vamos a ser. Por eso Punpun es un animal, o más bien una forma, dibujado con un trazo sencillo e inexpresivo. ¿Dejará de ser un pollo algún día? Quién sabe ¿Tú has dejado de redefinirte definitivamente?
El estilo de Inio Asano
Por algo es considerado el mejor mangaka de estos últimos años y se le dedicó prácticamente la pasada edición del Salón del Manga de Barcelona. La facilidad con la que el autor caracteriza a sus personajes diciendo tanto con tan poco es fuera de lo común, y los escenarios tan detallados hacen que cada página sea una obra de arte en la que recrearte. No obstante, y los fans de Inio Asano me van a crucificar, para mi hay un detalle del autor que me supera (no sé si soy la única o no sé si es porque estoy acostumbrada al cómic occidental, que es lo que me temo); la hiperactividad muchas veces violenta y exagerada de algunos de sus personajes. Me exaspera y muchas veces me saca de quicio, pues lo encuentro innecesario, aunque reconozco que es el toque de Asano. Todo lo demás hace que este detalle no me frene al devorar sus historias, pero me quedo con sus personajes más contemplativos (de momento mi favorito es Meiko, de Solanin).
Las historias de aventuras y las crudezas de la realidad vividas por niños tienen siempre más fuerza, pues son personajes imprevisibles que aún no han abandonado del todo la niñez y, por lo tanto, están menos corrompidos. Es por eso que Punpun es una caja de sorpresas con unos personajes entrañables que nos recuerdan a nosotros mismos. Y así es como empieza, pero Punpun se hace mayor y todo se complica cambiando la aventura de la vida por la vertiginosa y cruda realidad. Pero eso ya dejo que lo descubráis vosotros.