Menudo fin de semana que hemos pasado en los Barcelona Harley Days 2015. Motores rugiendo como muy pocos saben hacer, el olor a cuero, a gasolina, música, comida, etc. Barcelona se convirtió en la ciudad Harley Davidson durante tres días donde pudimos disfrutar de verdaderas obras de arte a dos y tres ruedas. Ya llevan muchos años viniendo a Barcelona y personalmente creo que deberían venir más a menudo.
Harley Davidson no solo es una marca, es un estilo de vida, una estética muy personal y una comunidad muy especial. Desde hace muchos años que sueño con tener una de estas maquinas tan alucinantes.
Los ciudadanos de Barcelona no han podido dormir mucho con el rugido de los motores, pero nos quedamos con una gran experiencia y un fin de semana muy completo. Como cada año en los Barcelona Harley Days, todos los riders toman la Plaza España de Barcelona, un punto muy concurrido de la ciudad donde se encuentra la famosa Fuente Mágica. La plaza se convierte literalmente en un parking enorme lleno de puestos de comida, de accesorios custom para las motos, de camisetas con diseños muy interesantes y varias atracciones para los más jóvenes.
Este año hemos podido ver muchas motos alucinantes, de todos los tamaños y de todos los colores. Pero por primera vez me he encontrado que se ha reducido el espacio dedicado a esta fiesta. En años anteriores ocupaba toda la avenida María Cristina, donde se encuentran las famosas torres venecianas, y además contábamos con un espacio adicional de la Feria de Barcelona donde estaba el escenario y varias carpas de exposiciones y tiendas. Este espacio adicional se ha perdido y ha provocado que el parking de las Harley Davidson prácticamente desapareciera. En su lugar hemos encontrado el escenario y las exposiciones. Todo estaba como un poco comprimido y si las personas de la organización nos están leyendo ahora mismo les invitamos a recuperar todo el espacio que merece esta fiesta.
Este año ha sido una lástima no poder disfrutar del Custom Bike Show como en las ediciones anteriores. Antes se celebraba en un espacio mucho más amplio donde se podían apreciar todas las motos más espectaculares y que se han convertido en obras de arte de la mecánica. En esta ocasión pude apreciar algún deposito de gasolina y unos pocos manillares. El próximo año espero que solucionen este problema o que al menos retransmitan la entrega de premios del Custom Bike Show en la pantalla grande del escenario. De este modo todos los presentes podremos participar en la celebración.
Por último no podía olvidarme del evento más emblemático del fin de semana: el desfile de banderas. Cientos de motos desfilando, con los motores rugiendo como nunca, riders venidos de todas las partes del mundo… Es un espectáculo que tenéis que ver al menos una vez en la vida.
Sin palabras. Solo os digo que algún día esteré entre ellos desfilando con mi propia Harley Davidson.