Una vez más nos despedimos de una gran serie hasta próximo aviso; American Horror Story, ese show del que todo el mundo habló alguna vez, y que nadie podía ver a solas o antes de dormir. La primera temporada nos sedujo con su terror psicológico, y la segunda gustó a algunos y a otros les pareció demasiado surrealista. American Horror Story: Coven es la tercera entrega; nos dejó la semana pasada y para Silence es altamente recomendable por varios motivos ¡Échale un vistazo a la crítica!
American Horror Story: Coven tiene una historia que atrapa desde el principio. Aunque han pasado muchos años desde lo de los juicios de Salem y lo de la quema de las brujas, en Nueva Orleans sigue habiendo algún que otro aquelarre que lucha por que su poderosa especie no se extinga. Por eso Cordelia (Sarah Paulson) lleva las riendas de una escuela de brujas donde jóvenes dotadas de ese don aprendan a protegerse. Entre éstas se encuentran Zoe (Taissa Farmiga), una chica que mata a los chicos con los que se acuesta (por arte de brujería, digo); Madison (Emma Roberts), una joven estrella de Hollywood que solía ser adicta a todo; Queenie (Gabourey Sidibe), un muñeco de vudú humano; Nan (Jamie Brewer), una chica que tiene el poder de escuchar las mentes de los demás; y Misty Day (Lily Rabe), un espíritu libre que tiene el poder de la resurrección. Y ahora viene lo que todos esperamos; el papelón de Jessica Lange haciendo de una Fiona Goode. Fiona es la suprema del aquelarre. ¿Qué es una suprema? La bruja todopoderosa que tiene que encargarse de proteger a las suyas. Lo que pasa es que Fiona se fue olvidándose de todas sus responsabilidades y cegada por su gran poder, y ahora ha vuelto para ayudar a Cordelia (¡su hija!) y evitar la extinción de las brujas de Nueva Orleans. Y cómo no, se trae a su siniestro mayordomo Spalding (Denis O’Hare). Lo malo, para Fiona, es que con cada generación de brujas se sustituye a la vieja suprema por una más joven, de modo que su reinado tiene los días contados. A todo esto sumadle a Marie Laveau (Angela Bassett), una bruja inmortal experta en todo tipo de brujería negra, que es la mayor enemiga de Fiona. ¡Ah! Y mi personaje favorito; Delphine LaLaurie (Kathy Bates), una racista, sádica y malévola burguesa de 1830, que solía hacer todo tipo de torturas a sus esclavos negros y fue castigada con el don de la inmortalidad y fue enterrada viva por Marie Laveau. Ahora Fiona la ha desenterrado y la ha convertido en su criada.
Me he dejado muchos puntazos de la serie, pero no quiero adelantaros nada. Sólo puedo deciros que la miréis y que, obviamente, empecéis con el trailer (o mejor dicho, todos los trailers y teasers que se han hecho de la temporada).
American Horror Story: Coven tiene todo lo que nos gusta de todas las entregas de esta serie; ese toque de terror y oscuridad, ese opening que ya de entrada nos pone los pelos de punta, esos personajes de premio que nos gustan aún siendo lo más despiadado que hemos visto nunca. Y estoy hablando de Jessica Lange, Angela Bassett y Kathy Bates, las tres grandísimas de esta temporada.
¡ALERTA SPOILER!
No obstante, hay ciertos toques y tramas que son, como lo diría…para quinceañeras. En concreto el personaje de Zoe, que para mí es lo único que falla en esta serie. La chica es como una pasarela andante, con esas maxifaldas y esos sombreritos que parecen sacado de los Tumblrs de niñas de instituto. Y el desarrollo de su personaje, con la relación tan tonta con Kyle (Evan Peters) su “novio” muerto devuelto a la vida. Y ¿por qué no han explotado más su poder? ¡La chica mata a todo el que se mete con ella en la cama! Era su único rasgo interesante pero sólo lo utilizan en el primer y segundo capítulo. Después de eso, nunca más se supo. Y, en el primer capítulo, de hecho, es ella quien empieza a narrar la historia de su vida, cosa que nos hace creer que será un personaje importante, pero supongo que fue perdiendo fuerza por su propia naturaleza y tiraron más de los otros personajes. Me parece bien, aunque en mi opinión queda un poco colgado. Pero a parte de eso, los otros personajes, aún sin ser las tres magníficas que he comentado antes, son también muy interesantes. Mi favorita es, obvio, Madison. Siempre me gustan los personajes malos y con vidas turbulentas. ¿Pero a caso no son los mejores?
¿Quién es la siguiente suprema? Esa es la pregunta que nos hacemos todos hasta muy al final de la serie, y ¡Qué bien se les da mantener el suspense! Grandes brujas luchando por el reinado del aquelarre y la salvación eterna, misterios y puñaladas por la espalda, mentiras, magia negra y muchas, muchas torturas macabras. Así es American Horror Story: Coven. Hagas lo que hagas y seas quien seas, nunca sabrás quién es tu peor enemigo, lo único que sabrás es que…¡Tienes que mirar la serie!
