El CCCB nos acerca un año más lo mejor del periodismo visual internacional; la World Press Photo. Es la exposición las 130 fotografías premiadas y expuestas, de unas 5.000 que se presentaron al evento, y éstas se dividen en categorías como retrato, temas de actualidad, vida cotidiana, naturaleza, deportes…Pero cuando digo World Press Photo todos sabemos de lo que hablamos ¿No? Toneladas de crítica social y de acercamiento a las realidades, muchas veces crudas, que nos quedan muy lejos pero que tenemos que conocer. ¿Habéis leído nuestro artículo del año pasado? Podéis hacerlo AQUÍ. Pero ya os lo digo, lo mejor que podéis hacer es acercaros al CCCB a partir de hoy y hasta el 8 de diciembre.
Yo os traigo un par de imágenes que en la exposición son más famosas, pero las demás os las dejo por descubrir. Este año la fotografía ganadora que encabeza la exposición es la del fotógrafo de National Geographic, John Stanmeyer. En la imagen se cómo un grupo de personas en la orilla de Yibuti buscan señal de teléfono de la vecina Somalia, para hablar con sus familias.
No obstante, es esta otra imagen la que aparece en los folletos y carteles de la exposición. Shannon, fotografiada por Abbie Trayler-Smith, es una chica de 16 años que ha decidido someterse a una operación; le introducirán un balón gástrico en el estómago para perder peso. Trayler-Smith nos explica que, en Gran Bretaña, el 28% de los niños de entre 12 y 15 años sufren de obesidad o sobrepeso.
Porque en el World Press Photo la belleza de las imágenes y la crudeza de las historias van de la mano, porque algo tan bonito y tan amargo nos produce sensaciones que no podemos dejar pasar. A pesar de estas dos fotografías más presentadas en primera plana, la World Press Photo se caracteriza por mostrar momentos que otros no se atreven a retratar…o ni si quiera a ver. En estas fotografías hay injusticias, masacres, dolor y superación humana, la mayoría de las veces en países subdesarrollados o en barrios pobres de países desarrollados.
Y no solamente podréis ver fotografías, también hay largometrajes y cortometrajes. Uno de éstos últimos es Calcio Storico, de David Airob, David Ramos y José Bautista, que nos acercan esta antigua y violenta forma de jugar al fútbol, originaria de Italia.
O el que a mí me llegó al hueso, el largometraje de Rick Gershon, Swan Song, que mostraba el día a día de Marilyn, una mujer a quien le diagnosticaron demencia a los 58, y cómo sus hijas también estaban viviendo esa situación.
Mil historias son contadas en el World Press Photo, mil caras y realidades, lejanas y no tan lejanas, pues todos estamos hechos de lo mismo. Este año la crítica social llega hasta algunas de las fotografías de naturaleza y deportes, que muchas veces estaban exentos de este discurso.
Sea por lo que sea, la World Press Photo es un evento que nadie debería dejar pasar, pues nos ofrece las mejores joyas del periodismo mundial, además a tiro de piedra (si estás en Barcelona en estas fechas, claro). Este año la exposición es, quedándome corta, a veces muy oscura y otras muy bonita. O ambas cosas a la vez. Una cita obligatoria para todos.
