En la actualidad podemos encontrarnos en el cine con dos tipos de películas de animación. Están las que son poco más que una ristra de gags, puestos uno detrás de otro y que tan bien quedan en los trailers (que acaban chafándote el 75% de la coñas) y luego están las que tienen como base un argumento solido y trabajado que utilizan el humor como un medio de transmisión.
En las secuelas también hay dos grupos, las reguleras que se crean tan solo para aprovechar el rebufo económico de la primera entrega (me viene a la memoria Cars 2 o cuando Disney se dedicaba a producir segundas partes directamente en video de sus películas de más éxito) y las que aprovechan lo narrado anteriormente para evolucionar y mejorar.
“Cómo Entrenar a tu Dragón 2” pertenece al segundo grupo en los dos casos. No encontraremos en ella chistes metidos con calzador (aunque me he reído y mucho, sobre todo con Furia Nocturna y su forma gatuna de comportarse y con la melliza Brusca y sus hormonas revueltas), ni canciones de moda de Pharrell Williams o Beyonce, ni alusiones directas a las modas actuales (Me duele mucho cada vez que veo cosas como “el movimiento Matrix” de la primera de Shrek). Con CEATD nos movemos por los terrenos que exploraron otras grandes películas previamente como Los increíbles, Up o Wall-E, y es que lo nuevo de Dreamworks ha conseguido ponerse al nivel de lo mejor de Pixar.
La segunda entrega comienza cinco años después del final de la primera película, con un pueblo vikingo en sinfonía con sus nuevos amigos, los dragones. Las luchas interminables han dado paso a las carreras de dragones, una especie de quidditch con dragones en vez de escobas, con ovejas en vez de bolas y la oveja negra como snitch dorada. La felicidad reinante no es suficiente para Hipo que siente que no ha encontrado todavía su lugar en el mundo ni un objetivo en la vida. Como hijo del jefe de la aldea su papel será el de gobernar algún día, pero él no quiere perder el trato con su dragón y pasa los días explorando nuevos territorios, trazando un basto mapa, hasta que en uno de sus viajes encuentra algo que le cambiará la vida. A él y a todos.
La sinopsis de la película puede sonar un cúmulo de arquetipos, pero desde luego hay pocas aventuras en el cine narradas con tanto acierto como esta. Visto ahora en perspectiva la primera película “no es más” que un brillante prologo para lo que se nos cuenta en “Cómo entrenar a tu dragón 2” donde realmente asistimos a un viaje del héroe de manual (estructura argumental que George Lucas explotó, influenciado por Joseph Campbell), evolucionando la historia y mejorando todo lo anterior, como “El imperio contraataca”. Y aquí no acaba las similitudes con el trabajo de George Lucas ya que muchas, muchísimas serán las influencias de la saga galáctica en esta segunda entrega, desde personajes y situaciones que ya estaban presentes en la estructura propuesta por el trabajo de Joseph Campbell, a cosas mas obvias y friki como el sable de luz, la fuerza, la desvillanización del villano (que es más un antagonista), etc.
Y es que “Cómo entrenar a tu dragón 2” consigue tejer una aventura épica, emocionante, que no dejará en ningún momento de ofrecer retos al héroe para hacerlo crecer y ayudarle a convertirse en lo que se espera de él en la tercera entrega (que espero con ansia desde YA). Y todo esto acompañado con un poderío visual a años luz de la primera entrega (4 años en el mundo de la animación digital es un mundo) y que convierte en un espectáculo de luz y color cada fotograma, cada plano, cada gesto.
Recomendable 100%, especialmente si disfrutaste como un niño con la primera entrega.
9/10