Debe de ser uno de los personajes de la literatura inglesa más versionado y que ha vivido más historias cada una más rara o diferente que la anterior. El monstruo de Frankenstein que nació de la mano de Mary Shelley en 1818 debe de ser uno de los monstruos más populares y ya queridos por todas las sociedades. Seguramente el 90%, donde me incluyo, no se ha leído el libro, pero conoce la historia del monstruo.
Víctor Frankenstein, un médico obsesionado por devolver a la vida a seres que ya han muerto, desarrolla una serie de sustancias y métodos que obtienen su gran resultado al crear al famoso monstruo. En el libro podemos leer cómo Víctor obtiene una magnifica revelación al ver como un rayo cae delante de él y atraviesa un árbol. El rayo, la electricidad que siempre vemos en cada película que es clave para obtener la vida de nuevo. Pero el resultado no es el esperado y el creador abandona a su criatura aterrorizado. Ese gesto será el catalizador para que dé comienzo una venganza con severas repercusiones para la familia y amigos del doctor Frankenstein. A causa de los actos despiadados del monstruo, Frankenstein persigue “al demonio” (así se refiere a su creación en el libro) hasta el Ártico con la intención de destruirlo. Pero el frío y otras condiciones hacen que el buen doctor muera antes de completar su venganza. Su monstruo, tras descubrir la muerte de su creador, termina la novela vencido por el dolor y prometiendo acabar con su propia existencia.
Esta es la historia original, pero hay millones y millones de versiones donde se introduce a un científico más loco y a un monstruo con la voluntad y necesidad por tener una compañera con la que compartir su vida inmortal. El cine es entretenido pero para ello tiene que deformar e innovar totalmente las historias originales. El ejemplo más reciente es la película “Yo, Frankenstein”.
No sé si en este caso hablamos de una versión o de una inventada general surgida después de alguna fiesta de las grandes. Los primeros minutos de la película vemos el final de Frankenstein exactamente tal y como lo hemos explicado antes. Pero sobre el minuto 5 ya comenzamos a ver cosas muy raras. Lo primero que hay que saber de esta peli es que los creadores de Underworld están muy metidos, así que esperad una película oscura iluminada por la luz de la luna y con seres sobrenaturales combatiendo en una guerra milenaria. En esta ocasión hablamos de la batalla entre demonios y gárgolas. Si, habéis oído bien. Las gárgolas adoptan el papel de un tipo de ángeles protectores de la humanidad y soldados especializados en matar demonios. Y como en todas las películas de este tipo siempre hay un personaje que es especial y que puede decantar la balanza de la guerra hacia un lado u otro, en este caso le ha tocado al monstruo de Frankenstein.
Existe un príncipe de los demonios, interpretado por el gran Bill Nighy (sorpresa sorpresa el mismo vampiro “malo” que aparece en la primera de Underworld) muy interesado en las investigaciones del Doctor Frankenstein que pretende someter a los humanos con un ejército de demonios. Si habéis visto Underworld ya sabéis el rumbo que cogerá esta peli. Peleas en la calle con armas bendecidas y giros que son propios de estos guionistas.
A estas alturas seguramente tendréis curiosidad por el bando de las gárgolas. Es normal, a mí me tuvo alucinado unos minutos. En su forma discreta de vigilancia o en modo ataque son gárgolas de piedra como las que podemos encontrar en las catedrales, iglesias, etc. Pero cuando se reúnen todos y tienen que tratar temas más serios adoptan la forma de personas normales. Es así amigos. La verdad es que de Frankenstein no hay mucho que decir a parte de lo que ya os podéis imaginar: un hombre cachas, marcando abdominales con algunas cicatrices que es muy fuerte y muy rápido. Ese es el monstruo que nos presentan en esta peli. La verdad es que el actor Aaron Eckhart se cree mucho su papel y hace un buen papel. Eso hay que dejarlo claro.
Es una película entretenida nada más. No esperéis ver una trama muy desarrollada ni muy detallada. También hay que dejarlo claro. Pero si lo que buscáis es una buena película del monstruo de Frankenstein os puedo presentar algunas que me han calado muy hondo:
El jovencito Frankenstein
Frankenstein de Mary Shelley (Robert de Niro)
Frankenstein (Boris Karloff, película de 1931)
