Ha llegado el día fatal en el que hemos tenido que despedir a una de nuestras series favoritas (o incluso me atrevo a decir “la serie”). Sí, me refiero a Juego de Tronos, que ha terminado su cuarta temporada y, como siempre, nos ha dejado con ganas de más.
Una de las más emocionantes temporadas, para mi gusto, sobretodo por lo que se refiere a ciertas tramas. No hace mucho le dedicamos un artículo a esta serie, por lo de los escalofriantes sucesos de la “Purple Wedding” (Lo puedes leer AQUÍ). Y han sido precisamente estos sucesos los que han dado más interés a las tramas en estos últimos episodios. Hace poco vi este vídeo en el que aparecen todas las muertes de la serie. Pues bien…hay que actualizarlo. ¡Y mucho!
Sé que cuesta vivir siguiendo la serie y sin estar al día, pues los spoilers están en todas partes. Pero yo voy a ser piadosa y os voy a avisar. Mucha gente ha dejado de seguir Juego de Tronos en esta cuarta temporada, debido a “la poca acción” de los capítulos de la tercera temporada. La HBO se ha relajado en el tema del sexo y en esta última temporada no ha sido tan explícito como solía serlo. Pero a lo que violencia y brutalidad se refiere, nos basta y nos sobra. Recomiendo a estos ex-fanáticos de la serie que vuelvan a incorporarse a la ingesta de ficción televisiva de alta calidad. Dicho esto…
¡ALERTA SPOILER!
Esta cuarta ha estado protagonizada por una muerte; Joffrey (Jack Gleeson). Pero ésta ha sido motivo de celebración alrededor del mundo. Todos respiramos mejor cuando el niño más odiado de los siete reinos dejó de dar la vara.
Pero esto no fue lo que nos tenía en vela día y noche. El suceso más importante de esta cuarta temporada, para mí al menos, ha sido la condena a muerte de Tyrion (Peter Dinklage), de la que nos han estado informando con cuentagotas.
Que Tyrion matase a Shae (Sibel Kekilli) y a su padre, Tywin Lannister (Charles Dance), ha sido un golpe inesperado (aunque con George R. R. Martin toda muerte es posible). Jaime Lannister (Nicolaj Coster-Waldau), al que no le teníamos ninguna simpatía (al menos en las dos primeras temporadas) ha resultado ser una de las revelaciones de la temporada, salvando a su pequeño hermano y dejando sola a la bruja de Cercei (Lena Headey) en su odio profundo hacia él. Otra que tal baila, todo nuestro odio a Joffrey se ha mudado ahora hacia la madre que crió al monstruo y que está envenenando (verbalmente) a todo el que pilla. Yo soy de esos malos fans que no se han leído el libro, por eso puedo hacer conjeturas libremente y/o pedir deseos a la próxima temporada. Lo que yo creo que pasará es que Margaery Tyrell (Natalie Dormer) le pondrá las cosas muy difíciles a Cercei, pues sabe cómo luchar y tiene a su abuela de su parte, una tía muy sabia y con muchos recursos. Ahora que Tywin no está y no puede forzar a Cercei a casarse con Loras Tyrell (Finn Jones), se quedará en Desembarco del Rey para estar cerca del único hijo que le queda y de su hermano/amante. Aunque, hablemos claro, lo único que quiere es el trono de hierro. Y si no lo puede tener ella porque es una mujer, querrá mangonear al que lo tenga, véase, su hijo. Por cierto, la pelea del año; The Mountain y Oberyn (Pedro Pascal)…no tengo palabras. Bueno sí, que a los españoles siempre nos pierde la boca; tanto en el fútbol como en Juego de Tronos. Violencia de la buena, me ha recordado a Banshee. Y también a Blade Runner, por el momento de hundimiento de ojos. Brutal. Y es que mira que hay diferencia (esta foto está sacada del Instagram de Lena Headey).
Sansa (Sophie Dillane) ha protagonizado otra de las tramas interesantes de esta entrega. Siendo medio raptada y medio salvada por Lord Baelish (Aidan Gillen) (que no sé porqué es uno de mis personajes favoritos), maquillando su identidad y escondiéndose con su tía, Lysa Tully (Kate Dickie). Sansa pasó de ser una niña asustada a ser una persona sin esperanza ninguna. Creo que ahora lo que le corre por las venas es algo más que horchata y va a tomar cartas en el asunto; por fin sabe cómo jugar al juego de tronos (nunca mejor dicho) y cómo aliarse con las personas idóneas. Me gusta el nuevo binomio Baelish-Sansa. Además Baelish es muy despiadado cuando quiere, es una rata maquiavélica que tiene muchos amigos. A saber si el barco en el que va Tyrion no se dirige a Aguasdulces.
¡Y qué a punto a estado Arya (Maisie Williams) de reencontrarse con su hermana! Después de andar y andar de un lado a otro con El Perro, su destino al fin ha cambiado, gracias a la moneda que le dio Jaqen H’ghar ha podido comprar un billete de primera clase hacia la isla de Braavos. Todos nos quedamos con muchas ganas de saber más de este hombre sin rostro que ayudó a Arya una vez (o mejor dicho, tres). Parece que ese momento se acerca, al fin. Arya es el personaje con más carisma de toda la serie, para mi gusto.
Hablando de andar de un lado para otro, parece que Khaleesi (Emilia Clarke) se ha establecido en un sitio fijo, al fin, aunque no es permanente. La trama de los esclavos siendo salvados se nos ha hecho un poco cansina, aunque ahora tenemos el pre-lío amoroso entre Gusano Gris y la “doncella” de Daenerys, y de ese modo todo el peso de la trama no lo lleva ella. Y también ha sido un cambio que Jorah (Iain Glen) fuese desterrado al ser descubierto como espía. Aunque lo que más me ha gustado ha sido que los dragones se pusieran en contra de los planes de Khaleesi. Ya se veía venir…iban a matar a la gente del pueblo, porque son dragones, y la Mother of Dragons aún no los tiene muy bien controlados. Además, se les ha perdido uno, que seguro que les dará problemas en la próxima temporada. Otra de las tramas que me ha dado más bien lo mismo ha sido la de Theon Greyjoy (Alfie Allen) y Ramsay Snow (Iwan Rheon), aunque parece que va adquiriendo poder poco a poco.
Y por último han sido importantes las cosas que han sucedido más allá del muro, sobretodo en los dos últimos capítulos. Tal y como íbamos viendo, los salvajes se han unido, sin importar las tribus, los grupos o las diferencias, para combatir a los Guardianes de la noche. Gigantes y otras criaturas que muchos creían mitológicas también se unieron a la matanza, porque iba a ser una matanza de no haber sido porque el Baratheon (Stephen Dillane) de turno llegó y los puso en su lugar. O eso parece. Con Ygritte (Rose Leslie) muerta Jon Snow (Kit Harington) tiene menos que perder y, por lo tanto, más agallas. Todos pensamos que en esta temporada tendría más protagonismo…supongo que lo tendrá en la próxima. O se pasará la vida poniendo cara de “no saber nada”. Y es que el invierno está ya a puntito de llegar, y los caminantes blancos también están tramando lo suyo, convirtiendo a bebés y, creo yo, creando un ejército que ya de por si era temible y ahora es numeroso. Muchos nos enganchamos al primer capítulo de la serie por los caminantes blancos, ya es hora de que salgan un poco más.
Lo de Bran (Isaac Hempstead Wright) ya si que ha sido un suceso totalmente nuevo. El cuervo de tres ojos era algo que estaba allí, pero con todo lo que estaba pasando dentro y fuera del muro, no le habíamos puesto atención. Ahora con “los niños” que tiran bolas de fuego, los esqueletos vivientes y el viejo cambia formas, nos tienen en el bolsillo.
Vamos, que la próxima temporada va a estar cargadita, pero bueno yo eso siempre lo digo, porque soy una tía optimista y porque @Mycroft221, que se ha leído los libros, siempre me dice que aún no ha llegado lo mejor. Así que, ahora sólo nos queda esperar, repasar antiguos capítulos, y anticipar lo mejor. O lo peor, depende de cómo se mire.