No hace ni una hora que visto Los Juegos del Hambre: En Llamas y siento que tengo muchas cosas que comentar. Tenía muchas ganas de ver esta peli, al igual que millones de personas, ya que esta segunda entrega de Los Juegos del Hambre ha recaudado más de 4,16 millones en su primer fin de semana en España. Cifra muy importante y que dice mucho de la afición a esta saga.
Como decía yo también soy uno de estos que se enganchó mucho con la primera película. Katniss Everdeen y Peeta Mellark consiguieron superar los 74 Juegos del Hambre y ahora tienen que seguir con la fachada de pareja de enamorados que les salvó la vida. En esta segunda película, Katniss continuará volviendo loco a Peeta, ya que delante de las cámaras ella se entrega totalmente a él pero una vez se apagan marcan mucho las distancias. Este tira y afloja dura a lo largo de la película sin olvidar al otro personaje de este trio amoroso tan raro. Gale Hawthorne, interpretado por Liam Hemsworth (hermano de Thor) aparece a lo largo de la trama para defender a su distrito y confunde a Katniss sobre si quedarse o escapar del distrito 12. En la sala de cine he podido oír comentarios como “aquí hay demasiado amor”, “esto es más crepúsculo que otra cosa”, “falta más acción”, etc.
Podríamos decir que esta segunda entrega sigue el patrón que la primera pero con un contexto diferente. El contexto es la revolución que va creciendo cada vez más y el patrón es: selección de los tributos, entrenamiento de los tributos y los juegos. Si te ha gustado la primera entrega la segunda también te gustará. Ahora el Presidente Snow, interpretado por el increíble Donald Sutherland, busca una excusa para acabar con todo la esperanza que desprende Katniss y por ello aprovecha que cada 25 años Los Juegos del Hambre suelen ser especiales para organizar unos juegos de tributos vencedores. Los podréis ver a continuación:
Como podéis ver hay mucha variedad y encontramos tributos jóvenes, ancianos, forzudos, intelectuales, extraños, etc. Cuesta creer que Peeta y Katniss puedan con ellos.
El final es lo mejor de todo, porque nos ofrece una pequeña visión de lo que será la tercera película de esta saga. Seguro que no faltará acción y el patrón de la trama variará un montón. Podríamos decir que esta segunda película ha sido una mera transición para introducir la tercera. Tendremos que espera mucho todavía para saber como continúa esta historia. O eso o comenzamos a leernos los libros.
Antes de terminar, tengo que destacar la interpretación de Jennifer Lawrence eso sí. Personalmente la considero buena actriz y la admiro por llegar a donde ha llegado con solo 23 años. También me gustaría destacar el papel de Woody Harrelson que siempre aporta un toque de locura a las películas y las hace tan especiales.