La historia de como conocí a esta cantante, no tiene mucho misterio, pero fue por sorpresa. Estaba en el hotel viendo la CNN, uno de los pocos canales que podía entender, ya que los otros eran culebrones asiáticos, y más delicias que no podía comprender. La cuestión, que apareció una cantante maliensa, explicando sus orígenes, el porqué cantaba… Ya sólo por su estética, decidí quedarme para ver qué tipo de música hacía. Así que de repente aparece ese cartelito en la parte inferior que tanto esperas y ponía su nombre: Fatou Diawara. (Suerte que apareció porque puse similitudes en el Google Search y nada de nada…).
Fatou Diawara también es conocida como Fatou (a secas). Nació en Mali en 1982, en Costa de Marfil, pero residente en Francia. Es una cantautora africana que mezcla el folk Wassoulou con jazz y soul, y además de vez en cuando hace sus pinitos como actriz. La biografía de Fatou parece de película y todo: a los 12 años rechazó ir a la escuela y pidió a sus padres ir a vivir con su tía en Bámako, capital de Mali. Su tía había sido actriz, y le enseñó “todo” lo necesario, para que tirase pa’lante. Así que a los 18 años decidió viajar a París para interpretar uno de sus primeros personajes, Antígona, en el teatro. De ahí volvió a Mali para protagonizar su primera película. Tuvo mucho éxito y se convirtió en un personaje conocido en toda África Occidental. Pero desde un punto de vista personal, eso no le fue tan bien…
Su familia quería que se estableciera en Mali, y dejara su mundo artístico aparte. Querían que se casara, era su obligación. Era tanto la presión que hasta la obligaron en un programa televisivo maliense que mencionara en vivo que iba a abandonar su carrera de actriz. En esos momentos, Jean-Louis Courcoult, director de la compañía “La Royal de Luxe” le ofreció un papel para su nueva obra y fue a Mali para contactar con Fatou. Para poder obtener el papel, necesitaba el permiso de sus padres, ya que en la sociedad maliense, una mujer soltera es considerada como segunda. Sus padres no aceptaron. Para Fatou fue el momento más duro en su vida, y en el cual tuvo que tomar una decisión que cambiaría el rumbo de su vida: huir. Consiguió llegar al aeropuerto, burlar a los guardias (ya que se buscaba a Fatou como víctima de un secuestro) y subir al avión que la llevaría a Francia otra vez, y así, retomar su carrera de éxitos y logros.
Así pues, Fatou es conocida también por su música, una fusión de música Wassoulou e influencias de soul, jazz o funk. A través de la música encontró la forma de apaciguar su dolor, y poder cantar todo lo que sentía desde que se separó de sus padres y su propio país. Sus letras son metáforas mediante las cuáles cuenta lo que siente y le sirven para entender todo lo que le ha pasado, y también para contarlo a los demás. Un productor confió en ella, Nick Gold, y le produció el disco que ahora podemos encontrar en el mercado, “Fatou”.
A continuación os presento varias canciones de su disco: