Cuando ves una película sales con una sensación concreta del cine. Subidón de adrenalina con pelis de acción, temblando y asustado con las de terror, con una sonrisa en la cara con las de comedia… Con Jojo Rabbit tenemos un caso único y un problema muy serio: experimentas emociones opuestas al mismo tiempo.
Sonrisas y lágrimas
Se trata de una historia que parte de la experiencia de un niño de 10 años durante la segunda guerra mundial. Cuando te cuentan que tienes que servir a tu país y que no hay mayor privilegio que este, te lo tomas todo muy en serio y sin preguntar. Aunque te digan que los judíos tienen escamas, cuernos y control mental. Simplemente lo aceptas. Si a ese fanatismo y la voluntad de ser aceptado añadimos un amigo imaginario que es la viva imagen de Hitler, pero visto desde la inocencia de un niño, tenemos unas escenas muy divertidas e inusuales para el entorno de uno de los conflictos más sangrientos de nuestra historia.
¿Pero es Jojo Rabbit una comedia? Hay muchos momentos durante la peli que es inevitable reírte a carcajadas por ver a los Nazis comportarse como auténticos idiotas. Parodian mucho el hecho que siempre tienen que saludarse gritando “heil Hitler”, incluso cuando hay 10 personas en una habitación i tienen que saludarse todos.
Cae sobre ti como una jarra de agua fría y un puñetazo en el estómago. Cuando crees que estas entendiendo la historia y que tienes claros los límites de los personajes, te llevas una sorpresa. Es la otra cara de la moneda. Os advierto que os puede hacer llorar de pena y haceros pensar que lo que estáis viendo no ha sucedido en realidad. Y además añado que puede que salgáis del cine riendo y llorando al mismo tiempo.
No me extraña que esté nominada a varios Óscars porqué presenta una historia de una forma muy original i para mi novedosa. Hace que quieras a cada uno de los personajes, ya sean buenos o malos, y deseas que vuelvan a salir i que se encuentren para seguir con la comedia mientras rezas para que nada salga mal. Que todo termine con todo el mundo vivito y coleando, pero la lección de esta historia es que por mucho que pintes las cosas de color de rosa, la realidad acabará chocando contigo haciendote afrontar auténticos desafíos personales.
Un aplauso para los actores
Me quito el sombrero por el casting de esta peli. No solo por su protagonista, quien hace un papel impecable a pesar de su corta edad, sino por su amigo imaginario quien ofrece una visión muy divertida de Hitler. Además, vemos a una versión muy cariñosa y adorable de Scarlett Johansson que se agradece muchísimo tras verla durante años patear culos junto a los Vengadores. Por otro lado, la aparición de Sam Rockwell, Rebel Wilson y Stephen Merchant dan la nota de comedia absurda que acentúa la imaginación y la comprensión de la realidad de nuestro joven protagonista.