Hay rostros que nunca se olvidan, personajes que se quedan en tu memoria y actores que con unos minutos en escena se quedan grabados en tu recuerdo; Dick Miller es uno de ellos.
Todos le recordamos como Murray Futelmann, aquel señor cascarrabias que odiaba los coches y la tecnología extranjera (no americanos) y explicaba su propia teoría sobre los Gremlins en la Segunda Guerra Mundial. También lo recordamos como el tipo que le vendía las armas a Schwarzenegger en Terminator (James Cameron, 1984) y que luego era fulminado por el propio cyborg tras un mensaje bien claro: “Wrong”.
Por muy pequeño que sea su papel, Dick Miller siempre llama la atención, bien haciendo de librero en Aullidos (Joe Dante, 1981), de camarero en “¡Jo qué noche!” (Martin Scorsese, 1985) o de policía en El terror llama a su puerta (Fred Dekker, 1986).
Su presencia, siempre con esa sonrisa irónica, su mirada penetrante y sus comentarios tan cool dejan huella hasta el punto en que cuando aparece en cualquier película dices: ¡ese tipo!
¿De qué va That Guy Dick Miller?
Y de eso va el documental That Guy Dick Miller (Ellijah Drenenr, 2014): la historia de un gran actor que quería ser guionista y terminó por convertirse en un secundario de culto en infinidad de clásicos del cine de serie B y del xploit de cualquier (sub)género.
El documental recorre la vida del actor desde sus inicios como aspirante a guionista y su encuentro con Roger Corman, el productor de productores, al que irremediablemente ha ligado toda su carrera.
Un actor que tras protagonizar una de las mejores películas de Roger Corman, Un cubo de sangre (1959), rechazó protagonizar la siguiente película de Corman, La pequeña tienda de los horrores (1960), porque su papel era exactamente igual al de Un cubo de sangre.
Dick recomendó a un amigo suyo para el papel en el clásico que dio a conocer a Jack Nicholson. Tras esa decisión, siguió escribiendo guiones y trabajando como secundario en infinidad de películas, muchas de ellas vinculadas al universo Corman.
Vendió un guion que se convirtió en una de las películas más extrañas de Jerry Lewis, ¿Dónde está el frente? (1960), y finalmente, gracias a un grupo de directores de la factoría Corman entre los que destaca Joe Dante, se convirtió en un actor de culto y un guiño constante a sus fans.
Estos directores que habían crecido con sus pequeños papeles en películas de serie B de los 60 y 70, comenzaron a darle personajes secundarios en los que, además de contar con un gran actor, hacían un guiño al propio Miller y al cine que tanto amaban. Porque sí amigos, Tarantino no inventó el rescate de viejas glorias. Y precisamente Tarantino lo eligió para un papel en Pulp Fiction (1994), pero finalmente su metraje fue descartado.
La historia de Dick Miller es la historia de un gran tipo y un gran actor, que quizá no tuvo la suerte que se merecía. No estamos ante un gran documental, pero sí cuenta con dos elementos que lo hacen irresistible: su gran cantidad de documentación en imágenes de todas sus películas y los testimonio del propio Miller, Roger Corman y de sus fieles amigos/directores como Joe Dante, Jonathan Kaplan o John Sayles.
Una historia que sobre todo nos a ayuda a entender cómo se ha creado un mito que cuando lo ves en pantalla llama inevitablemente tu atención: ¡ese actor me suena! Y es que, Dick Miller es un actor que siempre deja huella.