Hay obras de teatro que tienen que repetirse. Este es el caso de Les Noces de Fígaro (en Barcelona se titula ‘Las Nupcias de Fígaro’, porque está interpretada en catalán). Es una ópera bufa compuesta en cuatro actos de Wolfgang Amadeus Mozart, basándose en el libro en italiano de Lorenzo da Ponte, basado en la obra de Pierre-Augustin Caron de Beaumarchais.
Les Noces de Fígaro la pudimos ver en el Teatre Lliure de Montjuïch este mes de enero, y estaba dirigida por Lluís Homar. Era el 40 aniversario de la Fundació Lliure y escogieron esta obra ya que en 1989 se estrenó y entre sus protagonistas estaba Anna Lizaran, una de las mejores actrices que ha tenido el teatro.
En Les Noces de Fígaro, Mozart analiza con humor y melancolía las relaciones amorosas entre amos y criados. También analiza los abusos y las manipulaciones del poder. Es una de las óperas más importantes de la historia de la música, considerada una de las mejores creaciones de Mozart. La historia se desarrolla durante un sólo día en el palacio del conde de Almaviva. Se ambienta en Sevilla durante la segunda mitad del siglo XVIII. El conde está casado con Rosina, pero tiene como capricho a la joven Susana (ayudante de cámara de la condesa), que es la prometida de Fígaro (el criado del conde). Cuando el conde se entera que el paje Querubino está babeando por su mujer Rosina, empiezan los celos. En paralelo, Susana sabe que el conde la desea, y empieza un juego con Fígaro, Rosina, que acabará en un lío tremendo.
En los papeles principales teníamos a Marcel Borràs como Fígaro, Joan Carreras como Conde Almaviva, Mar Ulldemolins como Susana y Pau Vinyals de Querubino, entre muchísimos otros excelentes actores. Marcel Borràs estaba magnífico en el papel de Fígaro, y sobre todo en la escena del monólogo donde debate los sentimientos del ser humano cuando se siente traicionado por el amor de su vida. Joan Carreras es un crack porque representa a la perfección el papel de un Conde que le ‘toman el pelo’, con un toque cómico que sólo un buen actor puede hacer. Y Mar Ulldemolins nos demuestra su versatilidad de personajes, interpretando diferentes sentimientos de las mujeres.