Sheldon Cooper, Jon Nieve, Frank Underwood, Jax Teller, Don Draper y Walter White. Son los protagonistas de las series que ya forman parte de la cultura actual. Sus caras están estampadas en camisetas, tazas y pósteres. ¿Qué tienen todos ellos en común?
Son hombres, blancos y heterosexuales. Es una realidad a la que no se da demasiada importancia. Además, si siempre ha sido así, ¿por qué cambiar ahora?
Es hora de cambiar
El papel de la mujer en las series y películas de ficción ha sido, casi sin excepción, secundario. Era la acompañante, la esposa, la hermana, la que debe ser salvada de las garras del dragón.
Han existido un par de títulos que se salían de esta norma. Como Sexo en Nueva York, Mujeres desesperadas o Las chicas Gilmore. Todas ellas categorizadas como “series para mujeres”. Como si fuera imposible pensar que a un hombre le podrían llegar a gustar.
En la web Five Thirty Eight, se defiende que los hombres todavía boicotean las notas medias de las series lideradas por un elenco femenino. Lo dice el autor, Walt Hickey. Hombres y mujeres incluyen entre sus preferencias Sherlock, Breaking Bad, Los Soprano y The Wire. Todas ellas con protagonistas masculinos. En cambio, Sexo en Nueva York recibe un 8,1 por parte de las mujeres, pero solo es calificada con un 5,8 por los hombres.
La nueva ola de series femeninas
De todas formas, se percibe una nueva tendencia, y los títulos con protagonistas femeninas están consiguiendo un éxito inesperado. Como Unbreakable Kimmy Schmidt, Jane the virgin, The good wife, Jessica Jones o How to get away with murder que, en su propia categoría, han sido positivamente recibidas tanto por la audiencia como por la crítica.
El caso de Orange is the new black, situada en una cárcel de mujeres de mínima seguridad, es uno de los más llamativos. Su reparto es indudablemente diverso. Da visibilidad a muchas minorías – mujeres negras, latinas, gordas, transexuales, ancianas – que apenas tienen presencia en la televisión. Aún así, la serie es uno de los mayores éxitos de Netflix, solo superada por Juego de Tronos. 6,7 millones de personas vieron el primer capítulo de la cuarta temporada en su primer fin de semana.
El último gran estreno ha sido The Crown, un biopic sobre una de las mujeres, e incluso personas, más importantes de la actualidad. Ella es Isabel II del Reino Unido. Refleja cómo Isabel, que se convirtió en soberana mucho antes de lo esperado, tuvo que abrirse paso en un mundo liderado por hombres. Y por eso resulta el ejemplo idóneo para esta nueva ola de series.
Por fin se está permitiendo la inclusión de personajes femeninos complejos e interesantes. Espero que esta ola se lleve por delante a todas aquellas princesas insípidas.