Película británica escrita y dirigida por Andrew Haigh. Es un drama/romance atípico, donde no se ve una pareja de guapos y jóvenes actores, sino un matrimonio que roza los 70 años, con sus fragilidades e incertidumbres acordes a su edad. Dos interpretaciones magnificas que hacen de la historia un imán absorbente. Una película compasiva, pero nada sentimental.
Solo falta una semana para que Kate (Charlotte Rampling) y Geoff Mercer (Tom Courtenay) celebren el 45 aniversario de su boda. Tienen pensado dar una fiesta y los preparativos van viento en popa. Entonces, Geoff recibe una carta comunicándole que ha sido descubierto el cuerpo de su primer amor, congelado e intacto en un glaciar de los Alpes suizos. Cinco días después, cuando llega el día de la fiesta, puede que ya no quede nada que celebrar.
Nos encontramos con una Charlotte Rampling monumental. Recordamos que Charlotte fue considerada un mito erótico gracias a la película ‘El portero de noche’ de Liliana Cavani en 1974. Tiene más de 40 películas a sus espaldas, carrera y tablas no le faltan. Ha trabajado con Luchino Visconti (La caída de los Dioses), Lars Von Trier (Melancolía) o Julio Medem (Caótica Ana) entre otros. Gracias a ’45 años’ ha recibido el Premio de Honor en los Premios del Cine Europeo 2015, a mejor actriz en el Festival Seminci de Valladolid y el Oso de Plata en el Festival Internacional de Berlín.
El espectador empatiza con Kate de una forma casi dolorosa, es una película tan reflexiva que sientes compasión por todo, la situación comedida de ambos, el misterioso pasado de Geoff, sus amistades… es una cinta llena de auténticas emociones. Los silencios dicen más que las palabras, esta película es el ejemplo claro de eso, de la importancia del silencio. Un rostro, una mirada, una mueca, una caída de ojos, un abrazo… Todo se magnifica. En la Escuela de Cine siempre nos decían: “Si puedes contar algo con imágenes sin necesidad de diálogo y tiene sentido, es que lo estás haciendo bien”. Y tú Andrew Haigh lo estás haciendo increíblemente bien.
En cuanto a Tom Courtenay, le recordaréis por ‘Doctor Zhivago’ del año 1965. En esta película confirma la reputación y la maestría que tiene delante de las cámaras. La verdad que, apartando quizá la trama porque pueda parecer “demasiado dramática”, en lo que no hay duda es que ambos protagonistas destacan por encima de todo, tanto juntos como por separado, seguros de sí mismos y con el talento que les sobra.
Está claro que Andrew Haigh sabe elegir muy bien el reparto, con piezas así no hay fallo. Ya nos deslumbró con películas como ‘Weekend’ en 2011, o la serie ‘Looking’ del pasado año. Su estilo en estas películas roza lo incorrecto, le gusta explorar el sexo, la intimidad y el amor. Un cine independiente casi documental, de jóvenes homosexuales, un realismo sucio que se aleja mucho de los tópicos y las películas de romances. Andrew Haigh explora el amor universal, los sentidos, se adentra en los personajes, y eso se aprecia en ’45 años’, esta vez con una pareja adulta, muestra cómo puede el pasado deshacer algo que estaba totalmente vivo. Las películas de Haigh respiran verdad, no se asemejan a nada visto anteriormente y eso quizá, es lo que le hace tan especial. ¡No le pierdan de vista!