Los tópicos son un arma de doble filo. Si eres muy torpe puede acabar cortándote con la navaja pero si sabes como manejarlos puedes dejar a tu publico muy roto. A la mente me viene Cabbin In The Woods (2012 – Drew Goddard) una película de terror que jugaba con lo preestablecido en este tipo de genero para luego cambiar las reglas de arriba a abajo. Jurassic World, en cambio, nace con la simple intención de entretener, dejando de lado la ambición de intentar crear algo nuevo.
Veintipico años después de lo acontecido en la primera película la isla Nublar es ahora un parque completamente funcional, visitado a diario por decenas de miles de personas. Los primeros minutos de película nos sentimos parte de ese publico, descubriendo las atracciones y visitando (por fin) el sueño de John Hammond. Si se te pone el bello de punta cada vez que ves la primera película y el helicóptero llega a la isla con la melodía de fondo prepárate porque vas a disfrutar como un niño. La panorámica con la que se nos muestra un Jurassic World a pleno rendimiento invita a soñar con una película donde esta vez no se escapen los dinosaurios y todo el mundo sea feliz, pero oh destino cruel! Un zoom nos sitúa en la sala de control del nuevo dinosaurio creado genéricamente.
El publico parece haberse aburrido de los dinosaurios y los inversores exigen nuevas emociones. No soy de números ni he estudiado gerencia de parques de atracciones, pero no me resultó muy creíble que la gente tardase solo veinte años en normalizar la presencia de dinosaurios cuando cualquiera que vaya a un simple zoo quedará maravillado inmediatamente ante la presencia de un león, una jirafa o un elefante. Muy mal han tenido que manejar el marketing del parque para que se haya quemado en solo veinte años, cuando Disneyland sigue siendo el objetivo vital de todo niño (y el mío), y no hay mas que casa de cartón e inmigrantes disfrazados de personajes de principios de siglo XX. Aún así, como bien he dicho antes, no se nada de gestión de parques (y entiendo que este en concreto tiene unos costes estratosféricos) y puede que esté equivocado, pero desde luego la técnica de crear dinosaurios nuevos más grandes y más feroces también tiene una caducidad muy cercana, pienso yo.
Cuando queremos darnos cuenta el nuevo dinosaurio, Indominus Rex (XD si, ese es su nombre), escapa, siembra el caos, mata a gente y comienza a liarse parda. La forma de escaparse de la súper jaula está un poco pillada por los pelos, y la reacción en cadena que sume al parque en el desastre no es mucho mejor. Como toda película de desastres, la acción se nos narra desde el punto de vista de varios personajes. Owen Grady (Chris Patt) es un cuidador de dinosaurios y mantiene un vinculo muy especial con los Velociraptors. A medio camino entre un Frank de la jungla, y un cowboy que se saca un sobresueldo de modelo de calzoncillos, su papel es el de molar, y aunque a priori parece un personaje muy interesante poco puede hacer con un guión tan inconsistente.
Claire Dearing (Bryce Dallas Howards) es la supervisora del parque y no pasa de ser el típico personaje de mujer empresaria con muchas responsabilidades, sin tiempo para nada, que choca contra el protagonista masculino pero que acaba comiéndole los morros si o si, aunque no venga a cuento. Luego tenemos rondando el parque a sus dos sobrinos, que se encuentran de visita justo cuando todo se va a la mierda. No pienso gastar letras con ellos porque me parecen insoportables. También tenemos al esperpéntico dueño del parque, al jefe de seguridad que parece más un villano de James Bond, al científico chino de la primera peli que solo pasa a saludar, y un par de personajes que habitan la sala de control y que su único objetivo es soltar chistes… en fin.
A todo esto hay que añadirle la sensación constante de “esto ya lo he visto antes”, que al principio gusta pero luego huele. Acepto (¡y exijo!) las constantes auto referencias como bandadas de Gallimimus por un prado verde, un pseudo Rex atacando un coche con niños, un helicóptero llegando a la isla, LA CABRA, Mr. ADN… Pero la cosa empieza a salirse de madre cuando se toman prestados elementos y tópicos populares del cine. Cansa un poco ver una vez más a docenas de marines/seguridad privada con cámaras en los cascos enviados a una muerte segura mientras en la sala de control van perdiendo contacto con ellos, uno a uno, y sus electrocardiogramas molones pasan plano y se vuelven rojos. Aunque lo que hace sonrojar es como el “malo de la peli” explica sus planes a los protagonistas después de ser pillado con todas las pruebas por encima de la mesa y los ordenadores encendidos con su “malvado plan” en pantalla.
En ocasiones parece que la película sea un potipoti de ideas que han ido teniendo los cuatro guionistas (¡¡CUATRO!!) que han metido mano en Jurassic World y que han pegado subiendo el volumen a la melodía original. Es como si se utilizase la banda sonora para evitar que el publico pensase… Nos encontramos un jeep abandonado de la peli original (veinte años comido por la jungla, ojo), le cambiamos la batería, subimos la música y a tomar por culo las ruedas desinfladas, la magia de la nostalgia las hinchará. Pues así con casi todo lo que sucede en la segunda parte de la película y que nos conduce a uno de los finales más bochornosos de la historia del cine. ¿Recordáis aquel plano con el Tiranosaurio Rex bramando en el hall mientras una pancarta que rezaba “cuando los dinosaurios dominaban la tierra” caía poéticamente? Bien, pues con el final de Jurassic World también se os pondrá la piel de gallina, pero de lo ridículo que es.
Además de contar un guión del que era muy difícil sacar algo decente también existe el problema de encargar la película a un director que claramente es incapaz de llevarla a buen puerto. Colin Trevorrow anda demasiado preocupado en no salirse de la zona de confort, obsesionado con el homenaje continuo e incapaz de dotar de entidad propia al producto que tiene entre manos (que se parece más a un anuncio de Mercedes que a la secuela que todos esperábamos).
Y después de este linchamiento me diréis, “pero Víctor, ¿entonces te ha parecido una mierda?”. Pues depende. A pesar de todos los fallos he podido gozar con una primera parte que sabe mantener el equilibrio entre las novedades y la mitología heredada, y cuando mucho después, la peli comienza a caer en barrena sientes que todo eso es un añadido que te ha salido gratis, ya que para ti la película ya ha acabado. Si eres de los que cada vez que ves Jurassic Park piensas “ojalá que esta vez las cosas salgan bien” disfrutaras con los primeros de Jurassic World.
Jurassic World: 5
Esta vez se me ha hecho muy difícil poner una nota así que la acompaño con las que le pondría al resto de la saga para darle un poco de contexto.
Jurassic Park: 10/10
El mundo perdido: 7,5/10
Jurassic Park III: 5,1