Este fin de semana vi el show The Big Van Theory. Siendo ya tarde para escribir sobre el Stand Up Comedy de Ignatius Farray, decidí ir este fin de semana a ver un espectáculo, sin embargo, cuando llegué al Teatreneu pasó algo con el espectáculo que iba a ir a ver en cuestión y muy amablemente me recomendaron otro. Así que asistí a este de monólogos, del que ya había escuchado hablar, y que me resultó bastante curioso. Seguro que a muchos nos suena The Big Bang Theory, esa sitcom de la CBS en que se relatan las variopintas vidas de un grupo de jóvenes científicos superdotados – y prácticamente antisociales-, pues más o menos por ahí va este show.
Este espectáculo consistió en una especie de club de la comedia de la ciencia, una cosa que a primera idea no puede resultar muy llamativa -¿quién quiere oír de ciencia un viernes o un sábado por la noche?- pero con una visión muy innovadora y sobretodo optimista de la divulgación científica.
Todo esto fue pensado y realizado por un grupo de jóvenes científicos de distintos campos de conocimiento que se conocieron a través del concurso de divulgación científica Famelab, en 2013. A partir de aquí, decidieron empezar a recorrer nuestro país en una furgoneta – “Van” , de ahí el juego de palabras- intentando llevar la ciencia a todas partes y en el formato humorístico, cosa que entra muy bien, al fin y al cabo, el humor es un lenguaje mucho más universal que según qué palabros.
Como los doce componentes de The Big Van Theory no son humoristas profesionales, si no científicos, deben compaginarse su labor académica con este nuevo proyecto, por lo que hacen turnos para las distintas giras. Este fin de semana, The Big Van Theory contó con Oriol Marimon, Ricardo Moure, Helena González y Alberto Vivó. En la primera parte, cada uno de ellos (un químico, dos biólogos y un biotecnólogo) hizo su monólogo en el campo que dominaba en cuestión. Después de un rato de risas con cosas tan poco frecuentes en monólogos como la grasa, las bacterias o el mecanismo reproductor de Bob Esponja -se llegó a la conclusión de que es hermafrodita y que eso es un problema-, todo teatralizado, llegó el turno de preguntas en que el público podía expresar sus dudas tanto en sala como vía hashtag en Twitter.
Finalmente el show acabó con una interpretación a lo batalla de gallos y con la posibilidad de hablar un rato con los protagonistas.
The Big Van Theory : Más allá del show
Pero no sólo el afán de estos chicos por hacer un poco de hueco a algo tan apartado y olvidado en nuestro país como es la ciencia se limita a los escenarios. Estos jóvenes científicos han sacado a la venta su libro “Si tu me dices GEN, lo dejo todo“, de la editorial La esfera de los libros, un compedio de sus mejores monólogos.
Por otra parte, han fundado la compañía de teatro Clowntífics, una compañía dedicada a la comunicación científica para alumnos de primaria.
También realizan charlas en institutos y colegios, dan conferencias en universidades, centros de investigación y grandes eventos, dan talleres de comunicación científica, dan espectáculos en bibliotecas o centro sociales, o participan en radio. Incluso hacen divulgación científica improvisada en el lugar menos inesperado, un metro, un parque, ¡aquí va un ejemplo!
En resumen, a pesar de no ser humoristas profesionales, este grupo hacen de la ciencia, un tema tan poco tratado ni prestado al humor, un tema del cual reírse a la vez que del que aprender de manera amena. Con imaginación y buen rollo, este espectáculo es innovador y cuenta con mucha dedicación, voluntad e ilusión por parte de sus creadores, a los que hay que reconocer el mérito y el esfuerzo. Una oportunidad de pasarlo bien y de paso aprender muchas curiosidades.