Acabo de llegar a casa de ver Concierto Concepto de los Brodas Bros en el Teatro Coliseum de Barcelona. A mi poco me hace falta para salir bailando, pero con ellos, sin duda, me han dado ganas de lanzarme a la pista a bailar, y aunque negaré haberlo confesado, lo he dado todo mientras subía en el ascensor.
Para todos aquellos que no os suene el nombre de Brodas Bros son una compañía de danza urbana que decidieron formar en 2006 los hermanos Pol y Lluc Fruitós, después de dar varios workshops y numerosas actuaciones, dando así una forma final a todo su trabajo. Desde los inicios, las hermanas Clara y Berta Pons se integraron en la compañía, añadiendo una parte femenina al grupo. A pesar de su juventud, la compañía ha actuado alrededor del mundo con sus cinco espectáculos.
El espectáculo que he tenido el placer de presenciar esta noche ha sido “Concierto Concepto” en el Teatro Coliseum, con una platea llena de pequeños gigantes y algunos rostros conocidos del mundo de la danza urbana catalana. De entrada ya la platea es diferente, no hay butacas, no hay filas de asientos, hay mesas, sillas y servicio de bar. Aunque no me apasione excesivamente el tema, reconozco que es un espectáculo que se presta a este tipo de formato ya que se interactua enormemente con el público. Aunque que queréis que os diga, yo soy un poco de la vieja escuela, y a mi los teatros me gustan cómo siempre, con sus butacas, sus reposa brazos y el tío alto que siempre te toca delante.
Concierto concepto, cómo ellos lo definen, es un espectáculo de danza y música con la estética, la técnica y el positivismo de la compañía catalana Brodas Bros. En el show se fusiona el concepto de concierto con el concepto de espectáculo de danza, donde los bailarines son los personajes principales, manteniendo a los músicos no solo como acompañamiento sino formando parte de las coreografías y gags humorísticos. Dos hermanos, dos hermanas y dos b-boys (breakers) bailan y animan al público con la ayuda de dos músicos: un percusionista y un flautista saxofonista especialista en beatbox. Durante el espectáculo se tocan instrumentos tan variados como la batería, el saxo, la flauta, el cajón flamenco o los vinilos (stratching), así como el Ewi, el vocoder/talkbox, la mpc e incluso se disparan pads. Dos estéticas muy diferentes: una acústica con una estética funk y hip hop, y otra totalmente electrónica y futurista.
Desde mi punto de vista, de concierto van sobrados, fallando sin duda en el concepto. No conseguí ver la idea de fondo, el punto de partida. En mi opinión queda muy lejos el tema del concierto y se convierte sin más en un pase de coreografías una tras otra con sus ideas y sus propios conceptos. Coreografías muy buenas técnicamente y con una energía desbordante por parte de cada uno de los bailarines y los músicos eso sí, claro, arrancando aplausos de todos los asistentes. Toda la parte musical es excelente, los músicos insuperables, el grupo de percusión increíble. Los bailarines todos unos cracks. Pero me faltó espectáculo cómo tal, cómo historia. Fué una exhibición de los mejores trucos y las mejores cosas que saben hacer. Y muy bien echas sea dicho de paso. A pesar de que me faltó concepto, me hicieron pasar muy buenos momentos y me empapé de su energía desbordante sobre todo en la última parte del show dónde la música te entra desde los pies y tienes que hacer esfuerzos para no levantarte a bailar tu también.
Laüra también fue a ver el espectáculo, y nos cuenta su experiencia:
“El baile es una de las cosas en la vida que más me apasiona. Desde pequeña, ya me ponían una música y no podía evitar moverme y inventarme mis propias coreografías. El baile es una forma de expresión, y de arte. Hay muchos estilos, y el que más me gusta es el hip hop y todo su mundo. Por eso tenía que ir a ver BRODAS BROS. ¡Y acerté! La alegría y las ganas que le ponen, me hicieron sonreír durante todo el espectáculo. Esa vitalidad y esas ganas, son increíbles y contagiosas. No sólo es un espectáculo de baile, también es un concierto de música, y hasta hay acrobacias de baile. Y al final… Espectáculo de percusión. Esto último me encantó. Seguramente porque la percusión es uno de mis sueños no cumplidos: estar en una banda de tambores, como en los que hay en las fiestas populares de Barcelona. En este caso era el grupo Brincadeira: todos chicos y chicas jóvenes, con una fuerza escénica brutal. Ellos fueron la guinda del pastel.
La fusión de la música en directo en formato concierto, las coreografías que contaban historias y nos erizaban los pelos de punta, y el final con el grupo de percusión, me encantó. Os lo recomiendo si queréis pasar un buen rato y disfrutar de la danza y del hip hop. Toda esta cultura agrupa a mucha gente diversa, por eso, está triunfando allá donde va”.